La historia de la Fundación Picarral está ligada al activismo social de la Asociación Vecinal Picarral-Salvador Allende. Se constituyó en 1992 para dar soporte a varios proyectos impulsados ante situaciones injustas que afectaban a personas del entorno, y especialmente a jóvenes. Desde entonces, la Fundación se ha convertido en un foco activo de inclusión social para toda la ciudad y en 2022 celebra su 30 aniversario enarbolando como lema “el talento de la diversidad”. Un talento que hoy reivindica aportando logros y retos conseguidos en equipo y poniendo siempre en el centro a las personas, demostrando las capacidades, esfuerzo y compromiso de las personas atendidas.
Desde 1992 cerca de 3.000 personas se han formado profesionalmente con Fundación Picarral, más de 200 niños, niñas, adolescentes y jóvenes han pasado por sus programas residenciales, y se han promovido más de 800 contrataciones en las empresas de inserción participadas por la Fundación (Ceserpi, Arapack y Mapiser).
30 AÑOS FORMANDO, ACOMPAÑANDO Y PROMOVIENDO OPORTUNIDADES LABORALES
Desde sus inicios, y fiel a su objetivo de hacer que las diferencias no se conviertan en desigualdades, la Fundación Picarral abandera un Centro de Formación Profesional muy reconocido y acreditado oficialmente, que destaca por su formación personalizada y adaptada a las necesidades de cada alumno y alumna. La Escuela de Hostelería Topi forma a jóvenes de 16 a 25 años en dos especialidades de esta profesión con amplia salida laboral: servicio de restauración y ayudante de cocina. Su exitoso aprendizaje se basa en la técnica de “aprender haciendo” y más de un 90% de los alumnos Topi se incorporan cada año al mercado laboral.
Además, a través del Aula Taller Multiprofesional Topi y el programa formativo de Cualificación Inicial en Fontanería y Climatización, la Fundación Picarral da respuestas educativas inclusivas para ofrecer a los jóvenes la continuación de su formación y la adquisición de competencias profesionales.
Y otro gran emblema de la Fundación es el trabajo especializado en la formación de jóvenes con capacidad intelectual límite. Más de 250 jóvenes se han formado en sus aulas Serpi de la Fundación desde 2010, y el 90% del alumnado encuentra un empleo estable. En sus aulas se ofrece formación adaptada a través de un programa de Cualificación Inicial en Fabricación y Montaje, y un programa para el refuerzo de competencias educativas, sociales y laborales, junto a un programa de acompañamiento a la vida autónoma.
Fundación Picarral también gestiona tres proyectos residenciales. Carpi Viviendas Tuteladas ofrece a menores de edad un entorno seguro y repleto de oportunidades socializadoras y formativas; Balsas Viviendas Asistidas es un recurso para jóvenes procedentes de otros programas de la Fundación; y Casa Guara ofrece una atención adecuada a menores migrantes no acompañados, dando respuesta a sus necesidades y garantizando sus derechos. Forma parte de la Red de Recursos de Protección a la Infancia.
Además, la Fundación desarrolla desde 2002 un programa específico de Ocio y Tiempo Libre, con los apoyos necesarios para que los y las jóvenes desarrollen habilidades para disfrutar de su ocio de la forma más autónoma posible y cuenta con un grupo de voluntariado que apoya la misión de la entidad.
Y en el área de empleo, Fundación Picarral participa en las empresas Ceserpi, Arapack y Mapiser, que consiguen el objetivo de ofrecer oportunidades laborales a personas con especiales dificultades de acceso al mercado laboral ordinario. Ceserpi está especializada en manipulados industriales, montajes industriales en cadena de producción, preparación de expediciones, mantenimiento de jardinería y limpiezas industriales. Arapack centra su actividad en la fabricación de envases de plástico termoconformado, Blisters de PVC y envasados con alta frecuencia. Y la empresa Mapiser está altamente posicionada en el sector de manipulados, retractilados, embolsados, montajes, mudanzas y transportes, destrucción certificada de documentos, embalajes en madera, pintura y limpieza grafitis.
