La subida de los tipos de interés tiene como objetivo paliar la inflación y reducir el creciente encarecimiento del coste de vida. Sin embargo, pasará un tiempo para que la inflación vuelva a sus niveles normales. De ahí que las familias estén buscando dinero extra para invertir, emprender o afrontar el alza de los precios; lo que ha estado impulsando el sector de los préstamos en línea.
Flexibilidad y posibilidad de coste cero
La posibilidad de acceder a un préstamo personal sin papeleo y sin salir de casa se presenta como una opción en una economía claramente agitada.
A fin de cuentas, para completar la solicitud basta con ser mayor de 18 años, realizar un breve proceso de validación de identidad y llenar un formulario. La respuesta de la entidad suele ser inmediata, al igual que el desembolso del dinero que, en el peor de los casos, demoraría unas 24 horas.
Estas ventajas son incluso mayores en lo que a los préstamos totalmente gratuitos se refiere. Si bien los microcréditos de coste cero no son tan altos —apenas llegan a los 600 €— pueden ser una opción para luchar contra la inflación, invertir o pagar una deuda pendiente.
Por supuesto, hay otros factores a analizar antes de lanzarse al agua, como la duración del crédito y la fiabilidad de la empresa. Bien empleados, estos tipos de préstamos podrían ser una alternativa más para el consumidor con la que luchar contra el incremento de los tipos de interés.
Qué tener en cuenta antes de pedir un préstamo online
Los expertos recomiendan no pedir el préstamo hasta calcular si el coste realmente merece la pena. Y es que, la TAE no siempre es del 0 %. La realidad es que la tasa de interés a aplicar dependerá de muchos factores, como el monto aprobado, la duración del préstamo y la vida crediticia del consumidor.
Por ejemplo, un crédito de 50.000 € podría llegar a concederse con una TAE de hasta un 20%, algo que, definitivamente, termina superando la media del mercado. Además del coste del préstamo y el monto a solicitar, también habría que valorar:
- La cuota mensual. Que, según los economistas, no debería superar el 17,5 % de los ingresos mensuales del solicitante, incluyendo salarios y rentas.
- El plazo de devolución. Que varía dependiendo del monto. Puede ser tan corto como de 30 días o tan largo como de 97 meses.
- La letra pequeña del contrato, ya que los intereses podrían venir acompañados de otras tarifas, como comisiones o costes de cierre.
Estar en los ficheros no es causa de rechazo
Esta nueva modalidad financiera no discrimina entre morosos y buenos pagadores. Sin embargo, estar en los ficheros podría hacer que se requiera de más documentación o de un aval de pago. De ser aprobado, el microcrédito puede ayudar al consumidor a mejorar su scoring, aunque también podría tener el efecto contrario.
Justo por eso es importante valorar las condiciones del préstamo con lupa. De no hacerlo, la oportunidad de obtener dinero de forma fácil, rápida y sin papeleo cada vez que se necesite podría convertirse en un quebradero de cabeza.