María Goikoetxea: “No nos liberaremos del machismo si no trabajamos conjuntamente con los hombres”

María Goikoetxea es la directora del Instituto Aragonés de la Mujer
photo_camera María Goikoetxea es la directora del Instituto Aragonés de la Mujer

Un año más, llega el momento en el que una marea morada alza la voz por todas aquellas mujeres que no pueden. Es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y el territorio aragonés se suma a este grito que clama por la seguridad de las mujeres. Son muchas las que lideran esta lucha, pero una de ellas es María Goikoetxea, directora del Instituto Aragonés de la Mujer.

Lleva en el cargo desde septiembre de 2019 y, desde entonces, la organización ha ayudado a poner el altavoz en muchas mujeres que están siendo maltratadas o silenciadas para posteriormente acompañarlas hacia una nueva vida libre de machismo. No obstante, el IAM también es un centro de reunión para todas aquellas mujeres que luchan por la igualdad y, tan solo desde enero a septiembre de 2022, ha atendido a más de 2.000 mujeres en materia de violencia de género, formación u orientación laboral. Esto se traduce a unas 8 mujeres al día.

PREGUNTA.- ¿De qué se encarga el Instituto Aragonés de la Mujer?
RESPUESTA.- El IAM es un organismo autónomo del Gobierno de Aragón que depende de la Consejería de Presidencia y sus funciones fundamentales son por una parte la prevención de las violencias machistas, así como la protección social de las mujeres víctimas de la violencia de género y sus hijos e hijas. Por otro lado, trabaja cuestiones relacionadas con la igualdad de oportunidades. Estaríamos hablando de las asesorías laborales y empresariales, los planes de formación o los convenios que establecemos con otras entidades para la inserción sociolaboral o formativos.

El Instituto Aragonés de la Mujer ha atendido desde enero a septiembre de este año a más de 2.000 mujeres, 8 al día

P.- ¿Cómo es encabezar esta institución?
R.- Yo siento profundo orgullo por trabajar esta materia para garantizar mejoras en la vida de las mujeres, sus hijos y la sociedad. También la responsabilidad es enorme. Por ello trabajamos concienzudamente todos los días, no solamente de cara al 25 de noviembre. En segundo lugar, también es un espacio en el que hay mucho movimiento, siempre se está innovando, siempre hay que estar revisando y siempre hay que estar aprendiendo. El IAM es un organismo poco conocido dentro de todas las competencias que tiene y todas las actuaciones que realiza y trabajamos mucho para acercar la institución a la ciudadanía para que puedan conocer mejor cuáles son los recursos disponibles, cómo acceder a ellos y, en definitiva, para que sea útil.

P.- ¿Cuáles son las herramientas y medidas en las que se están trabajando para prevenir o proteger a las víctimas de la violencia de género?
R.- En el ámbito de la prevención son muy importantes los acuerdos de colaboración que tenemos con el resto de departamentos del Gobierno de Aragón, cuya implicación también es muy grande en la erradicación de la violencia contra las mujeres. En este sentido, a través del Departamento de Educación y gracias al Pacto de Estado contra la violencia de género, podemos poner en marcha en las aulas muchas actividades de prevención de la violencia de género, el conocimiento de las diferentes formas de la violencia y una educación no basada en los estereotipos de género para ir avanzando hacia una sociedad más libre y más justa con las mujeres.

De la misma manera, trabajamos junto al Instituto Aragonés de la Juventud a través del cual se hacen muchas campañas dirigidas a jóvenes. Hace un año se puso en marcha un escape room cuyo motivo es la violencia de género para que puedan comprobar a través de un juego cuál es la situación que viven las mujeres que atraviesan una situación como esta. Luego también trabajamos de manera coordinada con las comarcas para que toda esta información llegue a todo el territorio. Hacemos también muchas campañas de sensibilización a la ciudadanía general para que el mensaje se vaya integrando poco a poco y al final todos estemos comprometidos con la violencia de género.

A través de la línea 900 504 405, que es la homóloga al 016, han recibido más llamadas que el año pasado en el mismo periodo

P.- Además de la prevención y la formación para luchar contra la violencia de género, ¿qué otras labores se realizan desde el Instituto Aragonés de la Mujer?
R.- El IAM Rural es una de las iniciativas relacionado con el emprendimiento femenino. Es una plataforma colaborativa en la cual se inscriben las mujeres que tienen sus ideas de negocio o sus negocios iniciados para compartir experiencias y también para establecer vínculos y acuerdos que sean favorables. Trabajar desde la colaboración y la cooperación para crear una red territorial de mujeres emprendedoras y hacer actividades conjuntas. Además, es una plataforma en la que desde el IAM se les facilita toda la información que va saliendo que puede ser de interés como pueden ser las subvenciones dirigidas a emprendedoras.

P.- ¿Cuál es el diagnóstico de la violencia de género en Aragón?
R.- Nos gusta trasladar la idea de que mientras una sola mujer sufra violencia de género ya son cifras alarmantes. Estamos hablando de que, a través de la línea 900 504 405 que es la homóloga al 016 en nuestro territorio, hemos recibido más llamadas que el año pasado en el mismo periodo. Un incremento del 6,9% de llamadas. De ellas, las que hacen referencia a la violencia de género y que necesitan movilización de recursos urgentes también ha incrementado en torno al 12%. Al día atendemos a unas 8 mujeres, entre enero y septiembre hemos atendido alrededor de 2.000. Esto nos indica que la línea es más conocida y que el uso que se le está dando es el adecuado. Estas cifras no son más alterantes que otros años, nos está indicando que debemos seguir apostando por políticas de prevención para evitar llegar a los fatales. Al final no todas esas llamadas son por violencia de género o son para cuestiones de información general. Aragón no es una excepción y más o menos seguimos la misma tendencia que todo el país en su conjunto.

La directora del Instituto Aragonés de la Mujer cree que es fundamental la educación a edades tempranas

P.- ¿Cuál es la clave para erradicar la violencia machista?
R- Una de las cuestiones fundamentales es abordarlo como una cuestión estructural, no solo como una problemática de las mujeres. Costó mucho tiempo sacar la violencia de género del ámbito privado a lo público y ahora hace falta consolidarlo. También es fundamental la educación a edades tempranas, pero a lo largo de nuestras vidas. Hay que apostar por la formación de profesionales, la revisión continua de protocolos para ver cómo se pueden mejorar, ver cómo podemos anticiparnos a las posibles situaciones de violencia y la sensibilización concienciación de la ciudadanía en general. También es fundamental poner el foco en los hombres. Este año vamos a hacer campañas dirigidas a hombres para que se sientan partícipes de este fenómeno de cambio y de transformación social que es el feminismo, que no sientan que se les expulsa o que se les ataca.

Hay que trabajar conjuntamente porque, hasta que ellos no den también ese paso, no podremos realmente liberarnos de todo el machismo. Es, además, fundamental la unidad institucional. No beneficia nada los discursos negacionistas o que cuestionan la utilidad de los servicios y los recursos públicos de protección hacia las mujeres porque el mensaje que se traduce en las mujeres es el miedo a no ser creídas. No se puede ser neutral frente al machismo, hay que posicionarse a favor de las mujeres.

P.- ¿Es necesario formar a profesionales como médicos, psicólogos, jueces o cuerpos de seguridad en materia de violencia de género que al final son los que tienen un trato directo con la víctima?
R.- Es importante que todas las personas tengamos conocimiento sobre qué es la violencia de género, cómo actuar y cómo prevenirla, pero cobra más fuerza cuando son profesionales del ámbito de la intervención. Pueden ser agentes que identifiquen de forma precoz las situaciones de violencia. Por ejemplo, el sistema sanitario está haciendo una muy buena labor a través de la atención primaria que en las visitas médicas y, sobre todo, en las visitas pediátricas puede identificar una situación de maltrato. Esto debe ser obligatorio, todas las personas tienen que estar formadas para ser capaces de comprender, de actuar de la mejor manera posible poniendo en el centro las necesidades de las mujeres y, sobre todo, sin cuestionar la violencia sobre las mismas.

P.- La Audiencia Provincial de Zaragoza ha acordado revisar las penas pendientes de cumplirse o que se estén cumpliendo con el propósito de unificar criterios sobre la aplicación de la Ley Solo Sí es Sí. ¿Qué reflexión podemos obtener de este hecho?
R.- Es muy peligroso tratar este debate desde la crispación, la polarización, el grito y la culpabilización absoluta sin tener espacios de reflexión en los que se pueda abordar la complejidad de la propia ley. Es una ley que avanza hacia un horizonte mucho más feminista colocando el consentimiento de las mujeres en el centro. Hace mucho hincapié en la formación, la prevención, la sensibilización, la ampliación de derechos de las mujeres víctimas de violencia sexuales y que también nos proporciona el marco para la creación de los centros de crisis 24 horas contra la violencia sexual. Hemos escuchado que es una ley que tiene inseguridad jurídica y es al contrario.

El problema no es la ley, sino la aplicación de la misma porque antes de que existiese, hemos visto sentencias que tampoco correspondían con la realidad. Algunos jueces han podido observar jolgorio, otros no. Yo creo que se puede mejorar su aplicación cuando leemos la norma con las gafas violetas. Es una ley que viene a garantizar derechos a las mujeres y una mayor protección ante las violencias sexuales. Anula la categoría de abuso y lo engloba en agresión sexual con sus diferentes tipos de agravantes. Ahora bien, todas las normas tienen un margen de aplicación y, en ese sentido, nosotras consideramos que el decreto que marca la fiscalía es el que debería cumplirse.