Tras las campanadas, el champán, la fiesta y los brindis para celebrar la entrada del año llega la resaca que también sufren las calles de todo territorio. Las de Zaragoza han amanecido este 1 de enero de 2023 con decenas de kilos de basura. La zona del casco histórico y la plaza del Pilar han sido los dos puntos más afectados por la noche, pero a primera hora de la mañana ya estaba prácticamente todo recogido.
Esto se debe a la labor rápida y efectiva de los servicios de limpieza que han conseguido que la ciudad volviera a tener un aspecto similar al de cualquier día antes de las diez y media de la mañana. Precisamente, desde primera hora, cuando algunos aún apuraban sus últimos minutos de fiesta ante el cierre de los locales, se podía ver a numerosos operarios trabajando.
Durante la Nochevieja miles de personas han acudido a bares o cotillones para celebrar la entrada del año con sus amigos y familiares. La zona céntrica ha vuelto a ser la que más éxito ha tenido, de hecho, ya es costumbre agotar las entradas semanas antes de la celebración.
No obstante, la fiesta de la plaza del Pilar no dejaba indiferente a nadie. El Ayuntamiento de Zaragoza repartía 3.000 bolsas con las tradicionales doce uvas y antifaces en lugar de bolsas de cotillón “porque generan mucho residuo y suciedad en la plaza y tenemos que ser consecuentes con esa política que estamos llevando en defensa de la sostenibilidad”, explicaba la vicealcaldesa de la ciudad, Sara Fernández. Al finalizar las campanadas, como no podía ser de otra forma, el encendido del cartel de bienvenida 2023 y los fuegos artificiales, pusieron la guinda a una noche que todavía era muy joven.
