El busto de san Lorenzo ya reluce completamente restaurado en La Seo

Busto de San Lorenzo
photo_camera Se han invertido 5.000 euros

Tras dos meses y medio de restauración, el busto relicario de San Lorenzo de La Seo de Zaragoza ya vuelve a estar expuesto al público. La pieza tuvo que someterse a unos trabajos de recuperación debido al estado de conservación deficiente que presentaba por sulfuración de la superficie de la plata, así como por las numerosas faltas de policromía de su rostro y cuello, que dejaban a la vista la capa preparatoria y de manera puntual también la plata sulfurada subyacente.

Para poder llevar a cabo este proceso, la Dirección General de Patrimonio Cultural ha financiado los trabajos que han tenido un importe de 5.000 euros. Con ello, se culmina la recuperación del conjunto escultórico de orfebrería compuesto por tres relicarios que representan los bustos a tamaño natural del obispo zaragozano San Valero, su diácono San Vicente y ahora, San Lorenzo.

"Son obras artísticas de primordial categoría y de mucha importancia para la catedral. Contienen las reliquias de estos santos. Son regalo de Benedicto XIII, el Papa Luna, por lo que todavía les dan más importancia. Antes de ser devuelto al retablo mayor junto a los otros dos bustos, permanecerá en esta vitrina más cercana a los fieles durante quince o veinte días", ha explicado el director de Patrimonio del Cabildo, Ignacio Ruiz.

PROCESO DE RESTAURACIÓN

El tratamiento de restauración se ha centrado en la limpieza y consolidación del bien para recuperar su excepcional belleza. La limpieza ha permitido realzar el brillo dorado o plateado perdido y, una vez limpia y fijada la policromía, se ha completado la reintegración volumétrica y cromática de las lagunas.

Para llevar a cabo estas actuaciones ha sido necesario desmontar todos los elementos que componen la pieza, con el consiguiente siglado y localización de los mismos en los gráficos correspondientes. Esta operación ha permitido limpiar su interior y asegurar la estabilidad de la obra.

"Ha sido un desmontaje total del relicario para poder tratar el interior del arma de madera y poder así realizar una limpieza muy minuciosa. También se han intentado desabollar las zonas que ha sido posible, se han repuesto cristales que faltaban en la reliquia y la recuperación de las lagunas de la policromía para devolver al Santo la expresión real de su rostro", ha apuntado la restauradora, Susana Navarro.