Entre lo "inútil" y la "rapidez" de compras: el autocobro llega a las tiendas de ropa de Zaragoza

Una persona utilizando una caja de autocobro en una tienda de ropa
photo_camera La decisión de instalar cajas de autocobro levanta diversidad de opiniones

"Coloque el artículo en el área de embolsado", "por favor, retire el artículo del área de embolsado y espere a que un empleado le atienda". Ahora, en tiendas de ropa y supermercados al hilillo musical, digno de discotecas en unas y pegadizo en otros, se une el soniquete repetitivo de unas cajas de pago que indican a los usuarios cómo deben pasar el pantalón, camisa, vestido, zapatos o la caja de leche y los yogures para cobrarse ellos mismos.

A veces, la tarea es algo tediosa y a lo que pones la prenda en el sensor la máquina empieza a pitar sin control. Otras, superas todos los pasos pero te las tienes que ver con la alarma del pantalón y con el mecanismo para sacarla y así evitar pitar en todas las tiendas y quedar detenido por robo. En Zaragoza, tiendas como Stradivarius del Paseo Independencia, Zara de Puerto Venecia, Ikea, el Decathlon de Grancasa o de Paseo de Sagasta han incorporado recientemente las cajas de autopago.

La decisión levanta diversidad de opiniones, desde los que lo ven "inútil" hasta aquellos que lo consideran un buen método para ahorrarse alguna que otra cola. Aunque, por lo general, el tiempo que uno pasa cobrándose a sí mismo es mayor que si lo hiciera un empleado. En Stradivarius, Emma luchaba este viernes por deshacerse de una de las alarmas de su camisa. Un empleado acudía raudo a su auxilio y le enseñaba a usar el quita alarmas, pero no había manera, así que el dependiente ha tenido que hacerlo él mismo.

"La idea de las cajas de autopago me parece que sí que puede aligerar el tiempo de espera pero realmente luego lo pierdes teniendo que llamar al dependiente a que te quite la alarma, entonces no sé hasta qué punto son efectivas", comentaba la joven zaragozana. A su lado, Sandra pensaba que el autopago en las tiendas de ropa era una "muy buena idea" porque es "muy cómodo no tener que esperar tanto" ya que "en estas cajas siempre suele haber menos gente".

En su mayoría, este tipo de cajas solo admiten el pago con tarjeta aunque también hay algunas en las que se puede pagar con efectivo. El proceso es relativamente sencillo: pasar el código de barras o depositar la prenda en el sensor, seleccionar el método de pago, pasar la tarjeta por el lector y quitar la alarma en caso de que la prenda la lleve. Básicamente el trabajo que realizan los dependientes que están en las cajas de cobro. Y es eso precisamente lo que hace que haya quien no esté muy de acuerdo con las mismas.

"Me parece que es otra forma de intentar reducir puestos de trabajo y dinero para la empresa, cosa que me parece bastante mal", comentaba María. Eso sí, puntualizando que "si hay un par de estas cajas y siguen siendo mayoría los empleados" el autocobro no es una mala opción.

Había quien, como Pedro, que directamente tachaban de "inútiles" las cajas de autocobro. "Me parece que son una pérdida de tiempo porque la mayoría de veces no te aclaras con cómo funcionan y siempre tienes que esperar a que acuda el dependiente en cuestión. Pienso además que quitan puestos de trabajos así que no soy partidario de utilizarlos", admitía.