Estos son los cuatro nuevos restaurantes aragoneses reconocidos con un Sol de Repsol

Soles de la Guía Repsol
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Aragón cuenta desde este lunes con cuatro nuevos restaurantes distinguidos con un Sol Guía Repsol: "Casa Arcas" (Villanova), "Trasiego" (Barbastro), situados en la provincia de Huesca, "La Fábrica de Solfa" (Beceite), en Teruel, y "Goralai" (Zaragoza).

Con las nuevas incorporaciones, Aragón suma un total de 19 restaurantes galardonados, uno de ellos con dos Soles y los 18 restantes con uno.

"Casa Arcas" es un pequeño hotel restaurante familiar localizado en el Valle de Benasque, muy cerca de la estación de esquí de Cerler, lo que brinda a su terraza unas magníficas vistas de la montaña. Dicho entorno y una antigua chimenea de piedra predisponen al disfrute de un único menú degustación que cambia a diario. Mientras, la experiencia de David Beltrán, un cocinero curtido junto a Martín Berasategui, cobra peso en una visión de la gastronomía que se proyecta en platos de autor con vocación clásica, elaborados con producto local y una brillante capacidad técnica.

"Trasiego" es el acto de mudar un líquido de una vasija a otra o de beber en cantidad vino y licores, y también es el nombre del restaurante ubicado en el mismo edificio que el consejo regulador de la Denominación de Origen Somontano, lo que facilita el contar con una bodega bien surtida de referencias de la misma. De hecho, se anuncian "vinos y tapas", y la gente acude al reclamo de una cocina de mercado y sabor, la de Javi Matinero, donde encuentran cabida iconos de la región como el tomate rosa de Barbastro, el ternasco de Aragón, las setas y los quesos oscenses.

A orillas del río Matarraña se encuentra "La Fábrica de Solfa", un hotel-restaurante familiar con mucho encanto. Tomar asiento en su comedor supone aceptar la invitación a paladear la región y probar productos autóctonos como el fesol de Beceite, judía blanca que estuvo a un paso de la extinción. Y es que la temporada marca el ritmo de esa cocina moderna basada en la tradición, donde, según llega su mejor momento, irrumpen setas, trufas, caza, galera… La propuesta del chef Enrique Micolau se completa con la vajilla de una artesana local y una clara apuesta por vinos de la comarca del Matarraña, Bajo Aragón y Terra Alta.

En "Goralai" se dan cita una decoración a base de cuadros de conocidos pintores aragoneses (Jorge Gay, Villarrocha…), manteles de lino, cristalería de calidad, una vajilla adaptada a las necesidades de cada receta y el buen hacer en cocina a la hora de abordar una carta amplia y muy versátil. Todo confluye en un restaurante familiar que persigue una cocina creativa de temporada, sin dar la espalda al clasicismo; lo que permite la convivencia del jamón de bellota y el ternasco con arroz de cangrejo azul y esturión con salsa de nueces. La casa da importancia al postre y saca a pasear un tentador carro de quesos.