El santoral recuerda hoy, 29 de marzo, a San Marcos de Aretusa un obispo cristiano que vivió en el siglo IV en la ciudad de Aretusa, en Siria, actualmente en Turquía. Es venerado como santo por la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Anglicana.
San Marcos de Aretusa es conocido por su participación en el Concilio de Nicea en el año 325, donde se discutió la cuestión de la divinidad de Jesucristo. San Marcos defendió la posición de que Jesús era de la misma sustancia que Dios Padre, y participó activamente en la elaboración del Credo de Nicea, que establece la doctrina de la Santísima Trinidad.
Después del Concilio de Nicea, San Marcos regresó a su diócesis en Aretusa, donde continuó su labor pastoral y su defensa de la ortodoxia cristiana.
Este día el santoral católico recuerda también a San Eustasio, un santo cristiano venerado por la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa. Según la tradición cristiana, San Eustasio fue un mártir que vivió en el siglo III en Roma durante la persecución del emperador romano Diocleciano.
Eustasio era un soldado romano que se convirtió al cristianismo y que fue martirizado por negarse a renunciar a su fe. Se le atribuyen muchos milagros, como curaciones milagrosas y exorcismos, y es considerado el patrón de los cazadores.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La celebración de la onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Los santos son venerados como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.
