El santoral recuerda hoy, martes 4 de abril, a San Isidoro de Sevilla, un santo, obispo y erudito español que nació en el año 560 y falleció en el 636. Se le conoce como «el último de los Padres latinos» y se le considera uno de los más importantes teólogos y escritores de la Iglesia católica en la Edad Media.
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San Isidoro fue obispo de Sevilla durante más de tres décadas y destacó por su labor en la promoción de la cultura y la educación en su diócesis. Se le reconoce por sus obras literarias, entre las que destacan «Etymologiae», «Historia de los reyes de los godos, vándalos y suevos» y «De officiis ecclesiasticis», entre otras. El papa Benedicto XIV reconoció en el siglo XVIII a San Isidoro como Doctor de la Iglesia.
Además, el santoral católico celebra otros santos como a San Benito el Moro, un santo católico de origen africano que vivió en el siglo XVI. Nació en San Fratello, Sicilia, en el año 1526, y era hijo de esclavos negros.
A pesar de ser esclavo, San Benito destacó por su gran virtud y piedad. Tras su liberación como esclavo, se unió a la orden franciscana, donde vivió una vida de humildad y oración.
San Benito se dedicó a la evangelización y a la ayuda a los necesitados, especialmente a los enfermos y los pobres. Se le reconoce por su gran amor a la Eucaristía y por su devoción a la Virgen María.
San Benito el Moro murió el 4 de abril de 1589, y el por el papa Pío VII lo canonizó en el año 1807. Es el santo patrón de los africanos, los negros y los esclavos.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La celebración de la onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Los santos son venerados como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.