Son 673 aspirantes y solo 44 mujeres, así es la realidad de la oposición a Bomberos

Recientemente, han acabado las diferentes pruebas que componen la oposición para el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios para el Ayuntamiento de Zaragoza
photo_camera Recientemente, han acabado las diferentes pruebas que componen la oposición para el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios para el Ayuntamiento de Zaragoza

Una oposición, sea cual sea, se convierte en una larga tarea donde la constancia, la disciplina y la fuerza de voluntad son puntos clave para conseguir ir pasando prueba a prueba. En este caso, las oposiciones para ejercer como bombero son unas pruebas donde de manera individual hay que superarse a uno mismo y ser consciente de que ese Apto o No Apto marcará el futuro.

Recientemente, han acabado las diferentes pruebas que componen la oposición para el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios para el Ayuntamiento de Zaragoza. El primer examen, el teórico, tuvo lugar el 30 de octubre del 2022. Ahí, un total de 673 aspirantes empezaron un largo camino que solo era la continuación de lo que ya llevaban a la espalda. En este caso cabe destacar que, de esa cifra total de aspirantes, solo 44 eran mujeres. O lo que es lo mismo, solo un 6,5% eran chicas.

Tras dos años de intenso entrenamiento, estudio, dieta y sacrificio, Violeta Arricivieta ha terminado en el puesto 57

Poco a poco, a medida que se fueron realizando las pruebas, esta cifra fue disminuyendo hasta terminar siendo solamente dos chicas las que competían junto a sus compañeros por una plaza de esas 43 que el Consistorio había sacado este año.

Tras dos años de intenso entrenamiento, estudio, dieta y sacrificio, Violeta Arricivieta (28 años) ha terminado en el puesto 57. Los sentimientos son encontrados, esta es su segunda oposición y ha conseguido situarse entre los 60 mejores compitiendo en todo momento con hombres que, físicamente, podían llegar a ser mucho mejor que ella. Mide 1.60 y pesa 52 kg, unas características físicas que en ningún momento le ha impedido subir una cuerda de 6 metros en 9,04 segundos (siendo el límite 11 segundos) o nadar 100 metros en 5.45 (teniendo que hacerlo como máximo en 5.50) y que le han permitido quedar en el puesto 23 en el total de las cuatro pruebas físicas que componen este apartado.

Las pruebas simulan el posible día a día de este servicio

Tras esto, en marzo de 2023 dieron comienzo las llamadas pruebas de capacidad. En ellas los aspirantes deben descender por una escalera colocada en el balcón de una séptima planta, realizar trabajos en espacios confinados y oscuros o subir a una torre de siete plantas con un chaleco de 20 kg y dos pesas de 10 kg en cada mano. Una prueba realmente dura por la cantidad de peso que se lleva encima, pero que sin duda alguna es un imprescindible en este tipo de oposición ya que con este chaleco y estas pesas se quiere simular el traje y el material que actualmente un bombero debe de llevar en una emergencia.

Todo ello son pruebas que simulan el posible día a día de este servicio y es una preparación necesaria para llevar al límite a todos los aspirantes. Violeta asegura que se trata de una oposición que requiere “un gran sacrificio” tanto mental como físicamente donde la prioridad siempre es la oposición, convirtiéndose en unos años “extremadamente duros donde se dejan muchas cosas de lado”.

Violeta esta vez se ha quedado a las puertas de conseguir una plaza y lo duro de esta situación es que se trata de una oposición que no cuenta con una gran oferta de plazas, que cada vez está más demandada y que, además, no salen estrictamente de manera anual.

Lara Chueca es la otra chica que, junto a Violeta, ha llegado a las pruebas finales quedándose en este caso la numero 89

Ante la escasa presencia femenina entre los primeros aspirantes, Violeta explica que “se trata de un trabajo que siempre se ha pensado que es de hombres por su fuerza y valentía, pero nosotras somos capaces de desempeñar esta función”. Ante esta situación, no duda en asegurar que faltan referentes “y mujeres que nos den ese pequeño empujón y nos quite las inseguridades que nos hacen pensar que no valemos para esto”.

De momento, este tipo de oposiciones no cuenta con plazas reservadas para mujeres ni con grandes distinciones en las pruebas donde el peso y los tiempos son los mismos para todos. Como bien explica Violeta, conseguir una igualdad “es muy complicado, aunque se esté trabajando en ello” ya que puede ser “un arma de doble filo” que las entidades decidan reservar plazas para el género femenino porque esto supondría “que entraran más mujeres pero que nos pusieran la etiqueta de que hemos llegado hasta ahí porque se nos han dado facilidades”.

Por su parte, Lara Chueca (30 años) es la otra chica que, junto a Violeta, ha llegado a las pruebas finales quedándose en este caso la numero 89. Lara lleva preparándose dos años para su primera oposición y durante este tiempo ha podido ver cómo han ido cambiando las normas de una convocatoria a otra. “Creo que la evolución ha sido un poco negativa para nosotras”, zanja Lara, quien no duda en apoyar su opinión con la evolución de esta oposición en sus últimas tres convocatorias (2015, 2019 y 2022).

La preparación para estas oposiciones es necesaria para llevar al límite a todos los aspirantes

Según el Diagnóstico para la Elaboración del Plan de Igualdad del Ayuntamiento de Zaragoza (2010), el área más masculinizada es la de Bomberos, con tan solo un 1.81% de mujeres y un 98,19% de hombres. Unas cifras que reflejan claramente la situación en este sector. “Las mujeres directamente no nos estamos presentando, es decir, no creemos que podamos acceder y esto nos lleva a pensar que el problema no es solo las marcas de las físicas, sino que hay mucho más detrás”, explica.

La falta de referentes, la creencia de la sociedad de que las mujeres no pueden ser heroínas o de que las pruebas físicas no están hechas para ellas son puntos en común que las aspirantes han ido encontrando durante este tiempo. Unas barreras que, sea como sea, hay que romper para poder seguir avanzando y crear de verdad una sociedad igualitaria. En este sentido, Lara señala que las mujeres “siempre nos hemos dedicado a ayudar a la gente en el resto de profesiones y en esta tendría sentido que hubiera muchas más mujeres porque el fin de este servicio es ayudar a la sociedad”.

La creencia de que las pruebas físicas no están hechas para las mujeres son puntos en común que las aspirantes han ido encontrando durante este tiempo

Para Lara, al igual que para Violeta, se ha tratado de un proceso “muy duro” donde en más de una ocasión se ha “sentido sola porque las chicas han ido cayendo hasta solo quedarnos dos”. A pesar de eso, tirar la toalla no es algo que se plantee y sabe que, con constancia y trabajo, una plaza terminará siendo suya.

Actualmente, en algunas comunidades españolas se están estableciendo un número determinado de plazas reservadas para mujeres, una situación que, según relata Lara, hace que muchos chicos lo clasifiquen de “injusto porque consideran que como es un trabajo duro, todos tenemos que pasar las mismas pruebas sin pararse a pensar que genéticamente, no podemos ser tan fuertes como ellos”. Para ella, esta medida “no es la solución, pero es una medida puntual en un momento dado para aumentar el número de mujeres en los cuerpos cuando hay una gran desigualdad”. En este sentido, reivindica que se trata de un trabajo en equipo donde “un individuo muy fuerte puede servir para unas determinadas cosas, pero para otras no. Un equipo con características variadas es lo que te permite abordar todo tipo de circunstancias”.

El mejor bombero no es el que mejor corre, nada o el que más fuerte está. El mejor bombero es el que se sabe los procedimientos, el que no duda en actuar y el que sabe trabajar en equipo. Un equipo que, con el paso de los años, esperamos que se llene de referentes femeninos que permitan dar alas a todas esas niñas que no se vieron capaces pero que finalmente, terminaron siéndolo.