Postres tradicionales de Semana Santa
Las culecas y buñuelos también se venden esta Semana Santa

Para muchos la mejor es la de su abuela y es que aunque parezca que no se requiere mucha maña para mezclar pan, leche, huevo, azúcar y canela, el de las torrijas es un arte que sabe mejor si se hace en familia. Otros, apuestan por comprar el dulce típico por excelencia esta Semana Santa y las largas filas en los obradores y pastelerías de Zaragoza para hacerse con una lo evidenciaba. Tanto que en La Almolda una bandeja de 60 unidades duraba menos de media hora y en Fantoba algunos no dudaban en hacerse con unas cuantas para disfrutar de este Jueves Santo. Eso sí, mañana habrá que volver a comprar y es que «esto no dura nada en casa», como decía uno de los clientes de la pastelería.

Pan bañado en leche y huevo, frito y con azúcar y canela espolvoreada. Esa es la receta tradicional de las torrijas aragonesas y la que más se extiende en los obradores y pastelerías, aunque hay quien las adapta añadiendo toques «secretos». «Utilizamos una mezcla secreta de pan normal y pan brioche y lo bañamos en huevos y leche fresca. Luego ponemos la cáscara de limón, la canela en rama, la naranja…«, comenta Ivana Molina, gerente de la pastelería Fantoba.

La «Gastropasión» de la Semana Santa llega estos días también a diferentes restaurantes que, además de los platos típicos, incluyen las deliciosas torrijas en su carta. Eso sí, lo hacen con propuestas de lo más innovadoras. En la Parrilla de Albarracín, por ejemplo, la chef Leticia Da Silva hace una torrija caramelizada sobre sopa de chocolate blanco y yogur con helado de vainilla. «Tenemos un pan brioche de mantequilla que remojamos en una leche infusionada con canela, vainilla, cáscara de limón, azúcar… y luego lo caramelizamos con un soplete porque la característica de nuestra torrija es que no va frita. Luego la montamos con una sopa de chocolate caliente con yogur y un helado de vainilla de Tahití casero», explica.

En el Rombo Zentral del Mercado Central se pasan al chocolate con una torrija que además lleva frutos rojos y en Contigo Pan y Cebolla, hay una torrija de brioche, con crema de toffee, macedonia de frutos rojos, helado de nata y teja de chocolate negro. En el Albergue de Morata de Jalón apuestan por una torrija rellena de crema pastelera y una natilla de yema con nata montada, sirope y frutos secos.

Sin embargo, entre tanta torrija también hay quien prefiere otros dulces para la Semana Santa. Los buñuelos y, sobre todo, las culecas son dos de los más demandados. La receta tradicional de este último se basa en un bollo con un huevo cocido en medio aunque también está la versión con huevo de chocolate. Pero, si hablamos de chocolate, lo que no puede faltar son los huevos, las figuritas, animales, balones o castillos que forman el universo de las monas de Pascua. Eso sí, para comerlas todavía habrá que esperar hasta el Domingo de Domingo de Resurrección pues es entonces cuando, como dice la tradición, los padrinos se las regalan a los ahijados.

Sea como sea, la pasión y fervor de la Semana Santa sabe mejor, y más dulce, con estos postres de Semana Santa.

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