Los problemas de salud mental en niños y adolescentes se han triplicado desde la pandemia

Niña
photo_camera Las patologías se dan en edades cada vez más tempranas.

Las consecuencias de la Covid-19 han dejado huella en los más jóvenes. Según los expertos, las patologías mentales en edades infanto-juveniles han crecido exponencialmente desde la pandemia, hasta casi rozar el 200%, y cada vez se dan en edades más tempranas. Trastornos de conducta alimentaria, casos de suicidio, ansiedad o depresión son algunos de los diagnósticos más comunes. Aspectos como la detección precoz o realizar un tratamiento adecuado se han abordado en la II Jornada sobre salud mental en población infanto-juvenil, organizada por la Universidad San Jorge en colaboración con el Centro Pediátrico San Francisco y al que ha asistido la consejera de Sanidad, Sira Repollés.

Uno de los trastornos que más se ha incrementado desde la pandemia ha sido el de conducta alimentaria, sobre todo en niñas. Expertos como Ana Notivoli, psicóloga infanto-juvenil y coordinadora del centro pediátrico San Francisco, apuntan a que cada vez se dan en edades más tempranas. “La paciente más pequeña tiene 10 años, algo que antes no era común”, ha indicado. Una tónica que se repite en los casos relacionados con el suicidio, cuyo paciente más pequeño tiene 8 años.

También preocupa el aumento en casos de adicción a la tecnología, con pacientes de hasta 7 años con “actitudes muy agresivas hacia los padres cuando les retiran los dispositivos electrónicos”. Notivoli apunta a que es un patrón que se repite desde la pandemia, cuando se acudía a tablets, teléfonos móviles u ordenadores para el entretenimiento de los más pequeños. La ansiedad, miedos, problemas de trastorno obsesivo compulsivo o problemas en el lenguaje, son otras de las patologías que la Covid-19 ha dejado en los más jóvenes.

ES CLAVE CONOCER EL ORIGEN DE LA PROBLEMÁTICA Y UN BUEN ACOMPAÑAMIENTO

Lo más importante a la hora de afrontar estas patologías relacionadas con la salud mental, además de una detección temprana, es realizar una primera valoración. Esto permitirá conocer de dónde viene esta problemática, para posteriormente trabajar de una manera u otra.

“Si una niña tiene ansiedad porque se ve gorda, sin que haya un trastorno alimenticio, se tratará por ejemplo de fomentar su autoestima y su aceptación. Si la ansiedad viene del miedo a enfermar, se llevará de otra forma. En casos como sintomatología de depresión, siempre se aborda desde la tristeza”, ha explicado la psicóloga.

ACCIONES EN SALUD MENTAL

La consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha destacado las dos líneas que contempla el Programa de Salud Mental 2021-2025, referentes a la salud mental infanto-juvenil y la estrategia de prevención del suicidio. En esta última se ha desarrollado una herramienta en colaboración con los centros educativos, que han permitido detectar el volumen de alumnos que están en riesgo, valorar los casos y si es necesario, realizar intervención. El curso pasado se realizaron 400 valoraciones y este se espera llegar a 500.

Repollés ha incidido en el aumento de camas para ingreso de salud mental infanto-juvenil en el Servet y en el Clínico, aunque ha reiterado la necesidad de “incrementar los recursos como consultas, herramientas, aumento de profesionales o intervenciones en la sociedad”. Además, se está tramitando la apertura de un dispositivo de ingresos de medias estancias (6 meses) para este tipo de patologías.