San Benito José Labre y Santa Engracia, descubre el santoral de este 16 de abril

A ambos santos se les conoce por su gran devoción
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photo_camera El santoral católico recuerda hoy, 16 de abril, a San Benito José Labre y a Santa Engracia

El santoral de hoy,  16 de abril, recuerda a San Benito José Labre, también conocido como el "vagabundo de Dios". Fue un santo católico francés del siglo XVIII. Nació en Amettes, cerca de Boulogne-sur-Mer, en el norte de Francia, en 1748, en una familia acomodada.

A pesar de haber recibido una educación privilegiada, San Benito José Labre se sintió atraído por la vida de pobreza y penitencia desde joven. Después de varios intentos fallidos por ingresar a diferentes órdenes religiosas, decidió dedicarse a una vida de vagabundo, peregrino y mendigo por toda Europa, viviendo en extrema pobreza y dedicado a la oración y la penitencia. Fue conocido por su humildad y su amor por los pobres, a quienes ayudaba con las pocas limosnas que recibía.

Durante sus viajes, San Benito José Labre visitó muchos santuarios y lugares de peregrinación, incluyendo Lourdes, Roma y Santiago de Compostela. También se reunió con muchos santos y líderes religiosos de su tiempo, incluyendo a San Alfonso María de Ligorio y al Papa Clemente XIV.

Se le conoce por su humildad y su amor por los pobres, a quienes ayudaba con las pocas limosnas que recibía. A pesar de sus esfuerzos por ingresar en diferentes órdenes religiosas, nunca fue aceptado como monje o sacerdote debido a su precaria salud y su estilo de vida errante.

San Benito José Labre murió en Roma, en el año 1783, a los 35 años de edad. Su cuerpo fue encontrado en una capilla abandonada, donde había estado viviendo en los últimos años de su vida. Lo enterraron en la Iglesia de Santa María de los Montes, en Roma.

La Iglesia Católica venera como a San Benito José Labre y se le conoce por su vida de pobreza, penitencia y dedicación a la oración. Además, se le recuerda como un modelo de vida eremítica y ascética, dedicado a la oración, el ayuno y la penitencia, y su legado ha sido recordado por muchos creyentes como un ejemplo de renuncia y santidad. San Benito José Labre es un santo muy querido por aquellos que buscan seguir su ejemplo de vida humilde y entregada a Dios.

Este domingo, el santoral cristiano recuerda también a Santa Engracia, una mártir cristiana que vivió en el siglo IV. Según la tradición cristiana, nació en Braga, Portugal, en una familia noble romana. Después de convertirse al cristianismo, decidió consagrarse a Dios y vivir en celibato.

Santa Engracia fue perseguida y torturada por las autoridades romanas debido a su fe cristiana. Según la tradición, se le sometió a varios tipos de tortura, incluyendo la quema de sus pechos y la amputación de sus dedos. A pesar de las terribles torturas, se mantuvo firme en su fe y se negó a renunciar a Cristo.

Finalmente, Santa Engracia fue decapitada en Zaragoza, España, en el año 303 d.C. Su cuerpo fue enterrado en una cripta en la ciudad, que se convirtió en un lugar de peregrinación para los cristianos.

A lo largo de los siglos, la devoción a Santa Engracia se extendió por toda Europa y América Latina, y su historia se convirtió en una inspiración para los cristianos que sufren persecución religiosa en todo el mundo.

La Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa venera a Santa Engracia como mártir y se la recuerda como un ejemplo de fe y valentía en defensa de la religión cristiana. Su legado sigue siendo una fuente de inspiración para aquellos que buscan vivir una vida de fe y dedicación a Dios.

¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?

La celebración de la onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Los santos son venerados como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.

Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.