Diez pueblos del Pirineo aragonés para disfrutar este puente de San Jorge

Diez pueblos del Pirineo aragonés para disfrutar este puente de San Jorge y perderse en ellos como en el mejor de los libros.
pueblos del Pirineo aragonés
photo_camera Los primeros pobladores fueron dando forma a uno de los enclaves más hermosos del Pirineo

En apenas unos días comenzará a oler a libro y clavel y la leyenda de San Jorge y el dragón se contará una y otra vez con el orgullo propio de los aragoneses. Y precisamente son esas leyendas e historias las que una vez dieron vida a esos pequeños pueblos que salpican Aragón y lo llenan de un aire medieval digno de cuento. Ahora que se acerca el Día de Aragón, acompañado incluso de un pequeño puente, qué mejor oportunidad que hacer una visita a esos lugares que, a pesar del paso del tiempo, siguen tan llenos de vida como lo estaban hace siglos. Desde Aínsa a Sállent de Gállego, Biescas, Jaca o Ansó, el Pirineo aragonés tiene infinidad de pueblos con encanto en los que perderse como en el mejor de los libros.

AÍNSA

Es uno de los pueblos más bonitos de España y pasear por sus calles empedradas y bajo los arcos de su plaza Mayor es como hacerlo por una villa de cuento. Aínsa se erige en el Sobrarbe con aire medieval y la grandeza de ser el municipio con más vecinos de la comarca. Los primeros pobladores fueron dando forma a uno de los enclaves más hermosos del Pirineo. Celtas, romanos, musulmanes, cristianos hicieron suya una villa llena de diversidad y riqueza que convierte esta visita en un viaje en el tiempo además de ofrecer a sus visitantes una amplia oferta cultural y de ocio.

Aínsa es el municipio con más vecinos de la comarca

Quizás, uno de sus mayores atractivos es la ciudadela y los recintos amurallados que la rodean. Desde allí, se observan unas impresionantes vistas de toda la villa y de los colores y formas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y del Parque Natural de los Cañones con la Peña Montañesa y el Embalse de Mediano. Destaca también su plaza Mayor, una de las más bonitas de España, pues es todo un conjunto patrimonial y artístico que se llena de vida en cada mercadillo.

En Aínsa está también uno de los mayores tesoros del románico en el Alto Aragón: la Iglesia parroquial de Santa María. Es uno de esos lugares en los que merece la pena perderse porque solo así se pueden descubrir joyas ocultas como la casa Arnal o la casa Bielsa que en el medievo pertenecieron a las más altas clases de la sociedad.

SALLENT DE GÁLLEGO

En pleno corazón del pirineo aragonés y a escasos metros de Formigal, se encuentra la localidad de Sallent de Gállego. Su iglesia de estilo gótico y el puente medieval son dos de las grandes riquezas patrimoniales de la localidad que desde el siglo XIII fue la villa más importante del Valle de Tena. En la plaza se pueden encontrar algunas sorpresas como "El Gigante de Sallent", una estatua de 2,29 metros de altura, y un ambiente agradable y pintoresco entre el río Aguas Limpias y el frontón convertido en rocódromo.

La localidad de Sallént está rodeada de un paisaje pirenaico de extraordinaria belleza

Además, se trata de uno de los municipios con más picos de 3.000 metros. Desde el sendero GR 11 se puede hacer una excursión hasta el Balneario de Panticosa y, además, desde el mismo pueblo, se puede coger otro camino que da la vuelta al monte Pacino. Por último, no nos podemos olvidar de Foratata, patrimonio urbano de Sallent, y un paisaje pirenaico de extraordinaria belleza.

PANTICOSA

Rodeada de algunas de las cumbres más altas de los Pirineos, esta villa del Valle de Tena cobra su fama gracias a su balneario, uno de los más antiguos de Europa. El hermoso entorno natural que rodea el balneario convierte a esta localidad en un destino ideal para los amantes de la naturaleza. La nueva atracción de la localidad es la Ruta de las pasarelas de Panticosa. Sus vertiginosos puentes colgantes te llevaran por una agradable ruta a uno de los miradores con las mejores vistas del pueblo. Disfruta de un paseo por su casco urbano y casas de piedra y pasa un día estupendo en esta localidad pirenaica.

Panticosa es el punto de partida de bellas excursiones para conocer la flora y fauna del Pirineo

En Panticosa hay kilómetros de sendas y caminos rodeados por unos auténticos paisajes de ensueño que recorren algunas de las montañas más bonitas del Pirineo. Hay rutas para todos los gustos, desde grandes recorridos para senderistas de alto nivel hasta otros más cortos para principiantes. Es el punto de partida de las más bellas excursiones para poder conocer la flora y la fauna de este rincón del Pirineo. Para los más atrevidos, también está la opción de sobrevolar las montañas y ver el paisaje a vista de pájaro con una ruta en parapente.

ANSÓ

Catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España, es difícil que uno visite este pueblo sin quedarse maravillado por sus calles, casas y rincones. Se trata de uno de los conjuntos arquitectónicos mejor conservados del Pirineo aragonés. Muy cerca del límite con Navarra, en esta villa el visitante podrá pasear por sus estrechas calles de piedra y su arquitectura en la que parece que se ha detenido el tiempo. La piedra, la madera y la teja propios de la zona fueron el motivo por el que en 2005 fue declarado Bien de Interés Cultural. Es parada obligatoria visitar el interior de la iglesia parroquial de San Pedro, una de las grandes joyas arquitectónicas del municipio.

El visitante que llega a Ansó no quedará indiferente a sus calles estrechas empedradas

En el valle de Ansó se erige un entorno paisajístico en el que se pueden realizar multitud de actividades de todos los niveles y exigencias que van desde tranquilos paseos en familia hasta ascensiones que superan los 2.300 metros. Tanto si quieres darte un placentero paseo para observar la naturaleza o si prefieres hacer una de gran recorrido, este increíble entorno natural es una opción perfecta para pasar este puente de San Jorge.

JACA

Jaca fue la primera capital del Reino de Aragón. Esta ciudad resalta por su modernidad, su tradición, su historia, sus paisajes y por un patrimonio monumental único. Debido a su proximidad con Astún y Candanchú, durante el invierno se convierte en la capital de la nieve. Es posiblemente una de las localidades más animadas del Pirineo y su casco antiguo acoge muchos edificios de interés como la Ciudadela, el ayuntamiento renacentista o la iglesia de San Ginés, donde se encuentra el sarcófago de la infanta Doña Sancha.

La Ciudadela de Jaca es uno de los enclaves de interés de la localidad

Jaca cuenta con un importante patrimonio en el que sobresale su catedral románica. Fue una de las primeras de este estilo construidas en la península a finales del siglo XI. Es imposible entender el patrimonio histórico del Pirineo aragonés sin pasar por Jaca. Su principal atractivo es la Ciudadela, una fortaleza con forma pentagonal de estrella, que fue ordenada por Felipe II en 1592 y que pese a su antigüedad, presenta un perfecto estado de conservación. No muy lejos, puedes visitar el Monasterio de San Juan de la Peña, una joya histórica del Reino de Aragón que es símbolo de la historia y que alberga el Panteón Real de los reinos de Aragón y de Navarra.

BOLTAÑA

A orillas del río Ara, el casco antiguo de Boltaña hace viajar en el tiempo. Su arquitectura tradicional se ha mantenido prácticamente intacta a lo largo de los años. Además de las centenarias casas de piedras, en el casco antiguo de esta localidad hay algunas joyas como la colegiata de San Pedro. En la parte alta, se encuentran los restos del castillo del siglo XI y de su recinto amurallado. Si estás pensando en realizar alguna ruta, desde aquí podrás disfrutar de la excursión entre Boltaña y la localidad deshabitada de Jánovas o la ruta entre Boltaña y Aínsa.

La arquitectura de Boltaña ha permanecido casi intacta con el paso del tiempo

Pasear o recorrer su entorno es poder disfrutar de mil paisajes diferentes en uno. Bosques mágicos, ríos de aguas cristalinas, caminos con historia, bellos miradores que harán que más de uno se enamore de este pedacito del Pirineo aragonés. Para disfrutar de todo ello, se pueden realizar algunas rutas como la de Sieste y la Madalena, la de Silves, la de Ascaso y Morillo o la de Crapamote. Las opciones para hacer deporte en esta zona también son muy variadas ya que van desde el senderismo, Trail running, el descenso de barrancos o el alpinismo o la espeleología.

CANFRANC

Si hay algo por lo que destaca este pueblo aragonés es por la Estación Internacional de Canfranc. Muy cercano a la frontera con Francia, históricamente ha sido un territorio estratégico a nivel militar. Por este motivo, se construyeron algunos fuertes o torreones como la Torreta de Fusileros o el Fuerte de Coll de Ladrones. Aunque el edificio insignia es la estación. Inaugurada en las primeras décadas del siglo XX, este esplendoroso edificio ahora ha sido convertido en un hotel de cinco estrellas que mantiene la esencia de esos años veinte, pero con algún toque moderno.

Si hay algo por lo que destaca Canfranc es por la Estación Internacional

A lo largo de Canfranc también se puede disfrutar de un paseo por el Camino de Santiago francés. Se trata de uno de los tramos más bellos y permite disfrutar de una excelente vista de la Torreta de Fusileros. Otra opción es hacer una visita a la ruta fotográfica, una colección de fotografías que muestran cómo ha sido la vida en este singular municipio con algunas imágenes inéditas en las que se observan algunos detalles de paisajes, personas y multitud de historias que permiten comparar el ayer con el hoy.

BIESCAS

Ubicado a las puertas del valle de Tena, este bonito pueblo pirenaico se extiende a ambos lados del río Gállego y de aquí que esté dividido en dos barrios diferenciados: El Salvador y San Pedro. En sus alrededores se puede visitar la ermita de Santa Elena y dos dólmenes del neolítico. Es sin duda un lugar idóneo para hacer senderismo y para los más pequeños, un recorrido ideal es la Ruta de los Búnkeres, que recorre estas obras de la posguerra que servían para defender la línea fronteriza.

Boltaña es un lugar idóneo para hacer senderismo

Este bonito pueblo pirenaico se encuentra en un antiguo valle glaciar y como espacio museístico destaca el Museo de la Torraza. A sus alrededores, se puede disfrutar de la ermita de Santa Elena y de dos dólmenes del neolítico a los que se puede acceder andando por un sencillo paseo. Las posibilidades de hacer senderismo por la zona son innumerables ya que se trata de un importante punto de referencia debido a su cercanía con la estación de Aramón Formigal-Panticosa.

HECHO

Perderse por las empedradas calles de Hecho y admirar el paisaje que rodea a este pequeño municipio es una de las mejores opciones para este puente festivo. Una de las curiosidades de esta localidad es su Museo de Arte Contemporáneo que cuenta con una exposición permanente al aire libre de esculturas. Además, se encuentra muy cerca del Parque Natural de los Valles Occidentales, por lo que desde el pueblo se puede disfrutar de muchas rutas en la naturaleza. Uno de los bosques más cercanos y más impresionante es la Selva de Oza, llena de hayas y abetos.

La localidad de Hecho tiene un bello conjunto urbano

Su bello conjunto urbano y el espectacular paisaje que los rodea hacen de él un pueblo privilegiado. No puedes perder detalle de sus portaladas y los escudos dan muchas pinceladas de lo que fue su pasado. Uno de los Caminos de Santiago más antiguos que entraba en Aragón por los pirineos era la calzada que cruzaba el puerto del Palo y descendía por el valle de Ansó.

BENASQUE

Hablar de Benasque y sus alrededores supone introducirse en un paraíso paisajístico cargado de historia y de bellezas naturales. Se trata de un magnífico pueblo pirenaico que además de poder disfrutar de su casco histórico, esta localidad cuenta con gran cantidad de comercios, como hoteles y restaurantes. En las inmediaciones de Benasque, además de todas las opciones de rutas, puedes visitar los pueblecitos de Anciles y Eriste. Aprovecha tu visita al valle de Benasque para visitar Graus y el templo budista de Panillo.

En las inmediaciones de Benasque, además de todas las opciones de rutas, puedes visitar los pueblecitos de Anciles y Eriste

El valle de Benasque está situado en la parte más oriental de la comunidad y en esta zona abundan los lagos de montaña. El valle se alza coronado por el Aneto, la segunda cumbre más alta de la península. Es precisamente aquí donde se encuentran las últimas lenguas de hielo del Pirineo aragonés, protegidas bajo la denominación de Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos.