De la cuna de Fernando El Católico al Compromiso: lugares para descubrir la historia de Aragón

Sos del Rey Católico pasó a convertirse en 1717 en la capital de las Cinco Villas tras el nacimiento de Fernando El Católico
photo_camera Sos del Rey Católico pasó a convertirse en 1717 en la capital de las Cinco Villas tras el nacimiento de Fernando El Católico

En 1096, San Jorge ayudaría a las huestes cristianas, capitaneadas por el rey Pedro I de Aragón, a reconquistar la ciudad de Huesca en la batalla de Alcoraz. También, salvaría a una princesa de morir devorada por un fiero dragón al que mató con su heroica lanza. Leyendas aparte, cada 23 de abril su nombre vuelve a relucir Aragón entre libros, claveles y mucho orgullo de una historia que pasa generación tras generación. Sin embargo, a lo largo y ancho del territorio hay otras figuras icónicas y lugares en los que sumergirse para conocer raíces, leyendas e historias.

SOS DEL REY CATÓLICO

En la casa palacio de la familia Sada nacería el 10 de marzo de 1452 el vecino más ilustre que alguna vez transito por las calles de Sos del Rey Católico: el infante Don Fernando, futuro heredero de la Corona de Aragón. Se casó con Isabel de Castilla portando sobre sus hombros la corona de este territorio además de la de Aragón. Bajo su dinastía se instauraría La Inquisición y sufrió varios intentos de asesinato como el de un campesino catalán que estuvo a punto de acabar con su vida en 1492.

Sos pasó a convertirse en 1717 en la capital de las Cinco Villas debido a la notoriedad que alcanzaría esta villa tras el nacimiento de Fernando El Católico. Destacó también su importancia como lugar estratégico entre dos reinos, Aragón y Navarra, y por su posición privilegiada sobre la peña Feliciana. Sobre el monte más alto, el castillo, y sobre el otro el origen del barrio judío de la localidad de las Cinco Villas.

La villa fue declarada en 1968 como Conjunto Histórico-Artístico y sus calles empedradas y ambiente medieval hacen que sea una visita obligada dentro de Aragón. Destaca la casa de la Villa (ayuntamiento de la localidad), la ermita de Santa Lucía o la impresionante iglesia de San Esteban. En Sos del Rey Católico se formó otro personaje ilustre: Isidoro Gil de Jaz. Por ello, el colegio que lleva su nombre es otra parada obligatoria junto a la lonja, la judería y el espacio expositivo dedicado a "La Vaquilla", película que se rodó en la localidad.

CASPE

Corría 1412 cuando en una pequeña localidad del Bajo Aragón tenía lugar uno de los episodios más importantes de la historia de España: el compromiso de Caspe. Tras la muerte del rey Martín I El Humano se elegía a través de este acuerdo al siguiente heredero de la Corona de Aragón. Una situación inusual que, en tiempos de guerra y lucha, supuso un verdadero ejemplo de concordia y diplomacia. En ese momento, el castillo de Bailio, icono de la localidad, pasaría a llamarse castillo del Compromiso y la localidad quedaría sellada para siempre con los valores del diálogo y la paz.

Por ello, no es de extrañar que el Castillo del Compromiso sea una de las grandes joyas de Caspe. A pesar de que han sido escasos los restos que han llegado hasta nuestros días, el castillo vigila la localidad desde las alturas como hace cientos de años lo hacía sirviendo de fortaleza para sus vecinos. En los últimos años se han hecho diversas restauraciones que permiten visitar el castillo y se han acondicionado algunas salas en las que se puede revivir un trocito de la historia de Caspe.

En Caspe se firmó el Compromiso, un acuerdo que dejó atrás la negociación a través de la guerra. Foto: Turismo de Aragón

Sin embargo, en esta localidad del Bajo Aragón también hay otras joyas como la impresionante Colegiata de Santa María, uno de los mejores ejemplos del gótico en Aragón, el convento de San Agustín y la casa Piazuelo-Barberán, ejemplo de la construcción civil en la localidad. La torre de Salamanca, construida en 1875 en el contexto de la Tercera Guerra Carlista, preside en las alturas de la localidad siendo también una visita obligada.

MONZÓN

En sus calles todavía vive el recuerdo y la impronta de Joaquín Costa. El pensador y político aragonés nació en 1846 en Monzón y la capital del Cinca Medio ha reconvertido la que fuera su casa natal en un museo en el que viajar a través de esta figura histórica. Más allá de personajes ilustres (Jaime I rey de Aragón se formó en la localidad oscense) lo primero que llama la atención de Monzón es su impresionante castillo elevado sobre una colina.

Declarado Monumento de Interés Nacional, el castillo fue erigido por los musulmanes y más tarde fue la sede de la encomienda templaria de la Corona de Aragón. Los monjes-guerreros de la Orden del Temple todavía parecen sentirse dentro del castillo en el centro de interpretación que lo acoge. La torre del Homenaje, la torre de Jaime I, los dormitorios y la impresionante Sala Capitular componen un castillo que Monzón esconde como una joya.

Monzón, uno de los lugares para descubrir la historia de Aragón
El pensador y político Joaquín Costa nació en 1846 en Monzón

La Concatedral de Santa María del Romeral, la Casa de Pano, el pintoresco Palacio de los Luzán o la Casa de Zazurca salpican el casco histórico de la localidad oscense. Lo mejor para descubrir Monzón es perderse entre sus calles empedradas, imaginar el transitar de los vecinos por la judería o admirar la Casa Consistorial, típico palacio renacentista aragonés.

GRAUS

Ramiro I, primer rey de Aragón, lo hirieron de muerte en la plaza que a día de hoy lleva su nombre en la localidad de Graus. Según la leyenda, esa batalla la libró el joven Cid Campeador que luchó junto a la alianza musulmana y castellana. Uno de los lugares más bellos de Graus es la plaza Mayor rodeada de soportales de colores, donde se encuentra la Casa Consistorial que es un edificio del siglo XVI de estilo renacentista aragonés. Otros ejemplos de su rico patrimonio son Casa Bardaxí o las Casas Barón y Heredia, correspondientes al siglo XVIII, con curiosas pinturas alegóricas en sus fachadas.

Ramiro I, primer rey de Aragón, lo hirieron de muerte en la plaza que a día de hoy lleva su nombre en la localidad de Graus

Graus puede presumir de contar con uno de los museos más singulares de Aragón: el de los iconos. Se trata de una extraordinaria exposición de imágenes religiosas de oriente y occidente, reproducciones de imágenes de las diferentes escuelas y tradiciones iconográficas de países como Rusia, Creta, Chipre, Grecia, Polonia, Roma o Ucrania.

Otra de las curiosidades de Graus es que allí vivió gran parte de su vida Joaquín Costa por ello en el centro de la localidad se puede ver un monumento erigido en su honor. Además, si eres observador podrás encontrar los únicos restos que se conservan del recinto amurallado de la localidad: las puertas de Chinchín, Linés y Baró.

BOTAYA

En la localidad de Botaya, al suroeste de Jaca, se encuentra el origen de la corona de Aragón: el Real Monasterio de San Juan de la Peña. Este lugar idílico en el que el ambiente es mágico y rodeado de naturaleza es una parada obligatoria para adentrarse en la historia y las raíces de la Comunidad. El monasterio se construyó sobre roca a principios del siglo X y fue el primer panteón real de Aragón, pues allí yacen los restos de algunos de los primeros monarcas como Ramiro I o Sancho I.

En la localidad de Botaya se encuentra el origen de la corona de Aragón: el Real Monasterio de San Juan de la Peña

En el Monasterio Viejo destaca su iglesia prerrománica, el Panteón de los Nobles y el claustro, joya del románico en Aragón. El Monasterio Nuevo nació tras un terrible incendio que lo devastó todo en 1675 y, sobre el prado de San Indalecio, se erige como una impresionante construcción que llama la atención de los visitantes.