De la fregona a la placa de inducción, un recorrido por los inventos aragoneses que han cambiado nuestra vida

Persona fregando el suelo
photo_camera Aragón ha sido y es cuna de grandes inventores que han creado utensilios innovadores como la fregona

Los inventos han transformado la vida de la humanidad y han impulsado el progreso de diferentes áreas. Desde la invención de la rueda hasta el desarrollo de la inteligencia artificial, el ser humano ha conseguido crear numerosos inventos para facilitar nuestra vida. La fregona, la olla exprés, la placa de inducción o la jeringuilla desechable. Todos conocemos estos objetos, pero quizá no todos sepan que se trata de inventos aragoneses.

El último informe de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) publicó que en 2021 se solicitaron un total de 1.361 patentes nacionales, de las que 23 se registraron en Aragón, lo que supone un descenso respecto al año anterior.

Hubo un tiempo donde Aragón estaba posicionada como una de las comunidades autónomas que más inventos patentaba en España. Aunque actualmente se encuentre en horas bajas, los inventos aragoneses han supuesto un gran avance para la sociedad y han marcado un antes y un después en la vida cotidiana de las personas. Tanto que hoy en día sus inventos se siguen utilizando.

ARAGÓN TIERRA DE INVENTORES

Aragón ha sido y es cuna de grandes inventores que han creado utensilios innovadores como la fregona o la olla exprés. Herramientas que supusieron un gran avance para la época, inventos aragoneses que quedaron grabados en la historia de la humanidad.

El ingeniero aeronáutico Manuel Jalón vio la oportunidad de crear un nuevo objeto para facilitar la limpieza

Una conversación en un bar con amigos bastó para acabar de fregar de rodillas. El ingeniero aeronáutico Manuel Jalón vio la oportunidad de crear un nuevo objeto para facilitar la labor de limpieza. En uno de sus viajes a Estados Unidos, para aprender el funcionamiento de los primeros aviones a reacción, observó cómo los operarios limpiaban los hangares con un palo unido a una bayeta. En ese momento, Jalón no le dio importancia.

Fue en un bar tomando copas con unos amigos cuando estos le animaron a crear algo para “ponernos de pie” al ver a una mujer fregando de rodillas. Comenzó así la elaboración de los primeros diseños, de lo que hoy conocemos como fregona, inspirados en el modelo estadounidense. Jalón registró en 1956 la empresa Manufacturas Rodex con la que un año más tarde comercializó lo que llamó “lavasuelos”. El invento aragonés constaba de un palo de poco más de un metro unido a un mocho de tiras de algodón y un cubo metálico con dos rodillos que se accionaban con un pedal para escurrir el agua.

Fue un año más tarde cuando esta creación adquirió el nombre de fregona gracias a Enrique Falcón, el primer vendedor del producto. Lo llamó así porque a las mujeres que trabajaban en la cocina y la limpieza se les llamaba peyorativamente “fregonas”.

Aunque parezca extraño, este invento aragonés no tuvo buena acogida entre la gente por lo que los comerciales de la empresa tuvieron que emprender una campaña de marketing en toda regla. Comenzaron a hacer demostraciones en comercios, crearon anuncios en periódicos y posteriormente en televisión.

Con la llegada del plástico a España, Jalón vio la oportunidad de fabricar un cubo más ligero y además poder incorporarle un escurridor. En 1964 presentó la patente de la fregona que conocemos hoy en día y que todavía sigue intacta, un cubo con escurridor de una sola pieza elaborado en plástico.

En ese momento la fregona se popularizó en España y pronto se exportó por todo el mundo, llegando a más de 35 países. En 20 años se consiguieron vender más de 40 millones de fregonas en el mundo. La fregona se ha convertido en uno de los inventos aragoneses más famosos de la historia.

EL HOMBRE DE LOS INVENTOS

Al ingeniero zaragozano Manuel Jalón también le debemos la invención de la jeringuilla desechable. Después de vender la patente de la fregona a la multinacional Cuver BV, decidió crear la jeringuilla desechable con la ayuda de la empresa Manufacturas Rodex para financiar su investigación.

A Manuel Jalón también le debemos la invención de la jeringuilla desechable

Desde su invención en 1844, la jeringuilla se fabricó con distintos materiales como el vidrio o incluyendo piezas metálicas. Las jeringuillas, después de ser lavadas, se utilizaban una y otra vez con diferentes pacientes, lo que provocaba numerosas infecciones. En 1973 Manuel Jalón creó la jeringuilla desechable y de un solo uso. Se trataba de un recipiente de plástico con aristas redondeadas que servía para inyectar líquidos y extraer sangre. Era mucho más resistente y segura, además, era hermética y tenía una fácil destrucción.

Pero no fue hasta la década de los 80 cuando comenzó a comercializarse gracias a la empresa Manufacturas Rodex. En la actualidad se calcula que se fabrican más de 20 mil millones de jeringuillas desechables diarias en todo el mundo. Y se ha comprobado que este invento zaragozano ha salvado a millones de personas de ser infectadas.

REVOLUCIÓN EN LA COCINA

La cocina también ha sido objeto de renovación e invención de lo aragoneses, que a lo largo de los años han intentado facilitar la labor del cocinado. Es el caso de la olla express y de la placa de inducción.

La olla express fue un invento que revolucionó la forma de cocinar los alimentos. La primera fue diseñada por Denis Papin en 1679 pero no consiguió mucho éxito debido a que la presentó como una forma de convertir los huesos en gelatina para poder investigarlos. No fue hasta principios del siglo XX cuando el zaragozano José Álix patentó una olla express que cambiaría la historia de la cocina.

olla, uno de los inventos aragoneses
La olla express fue un invento que revolucionó la forma de cocinar los alimentos

Fue en 1919 y supuso un gran avance en la época al reducir de forma considerable el tiempo de cocción de los alimentos y la energía que se utilizaba. Álix comenzó con un prototipo de hierro fundido con restos de esmalte blanco en su interior y con una capacidad de dos litros. Posteriormente actualizó su modelo y creó nueve tamaños diferentes con capacidades de 2 a 100 litros.

Esta revolución de la cocina utilizaba la propia fuerza del vapor que se generaba en el interior de la olla para ajustar su tapa superior. Era portátil y fácil de utilizar. En 1924 el zaragozano Álix vendió los derechos de la patente a Camilo Bellvis ya que él no contaba con los medios ni con la capacidad de fabricación necesaria. Bellvis fabricó la olla express y la lanzó al mercado.

Otro de los inventos aragoneses que han logrado revolucionar el mundo gastronómico y el cocinado ha sido la placa de inducción. En 1989 un proyecto de la Universidad de Zaragoza unido a un equipo de Balay permitió crear, un año después, la primera placa de inducción doméstica.

Aunque tardó en llegar a los hogares, la placa de inducción fue desarrollada en 1990 con la ayuda de los profesores Mariano Sanz, Armando Roy y Tomás Pollán. Tuvieron que lidiar con los altos costes de los elementos electrónicos y la falta de medios hasta poder crear el primer prototipo de la placa de inducción.

plaza, uno de los inventos aragoneses
La placa de inducción fue desarrollada en 1990

Para probar este gran avance colocaron unas onzas de chocolate que pasados unos minutos se fundieron. Con esta novedad, la placa detectaba que habías colocado una sartén en la superficie y empezaba a producir ondas electromagnéticas en ambos sentidos rápidamente. La energía que absorbía la sartén, la desprendía en forma de calor, de forma que primero calentaba el recipiente y después la comida de su interior.

Este invento acabó siendo la tecnología más innovadora en cocción doméstica y actualmente se venden más de dos millones y medio de placas de inducción al año en Europa.