El santoral católico recuerda hoy, domingo 7 de mayo, a Santa Flavia Domitila, una mártir romana del siglo I d.C. Nacida en una familia noble romana, se casó con el sobrino del emperador Domiciano y se convirtió al cristianismo. Como cristiana, dedicó su vida a ayudar a los necesitados y propagar la fe entre los romanos. Sin embargo, su fe cristiana la llevó a la cárcel y sufrió el exilio en la isla de Ponza durante varios años.
Más tarde, durante el reinado del emperador Nerva, Flavia Domitila regresó a Roma y continuó predicando el cristianismo. Sin embargo, su predicación y su fe la llevaron a la cárcel nuevamente y finalmente la condenaron a muerte por decapitación. Según la leyenda, también se ejecutó a su marido y su sobrino por su fe cristiana. Se conoce a Santa Flavia Domitila como una de las primeras mártires cristianas en Roma y una de las pocas mujeres nobles perseguidas por su fe.
Además, este 7 de mayo, el santoral homenajea también a Santa Rosa Venerini, fundadora de las Maestras Pías Venerini. Nació en Viterbo, Italia, el 9 de febrero de 1656, en el seno de una familia profundamente religiosa. Desde temprana edad, ella se dedicó a su fe y juró dedicar su vida a Dios. Después de debatir entre el matrimonio o convertirse en monja, decidió crear una escuela que educara a niñas jóvenes. Con la aprobación del obispo de Viterbo, fundó la primera escuela pública para niñas en Italia en 1685.
A pesar de la oposición de la iglesia y de los intelectuales de la época, Santa Rosa perseveró, y el éxito de sus escuelas la llevó a recibir el reconocimiento de las autoridades religiosas y civiles. Fundó la congregación religiosa de las Maestras Pías Venerini, dedicada a la educación y formación religiosa de jóvenes en Italia. La Santa fue beatificada por el Papa Pío XII en 1952, y canonizada por el Papa Benedicto XVI en 2006.
Santa Rosa Venerini fue una mujer sensible y talentosa que dedicó su vida a la educación y formación religiosa de jóvenes en Italia. Su legado continúa en la actualidad, y su ejemplo de perseverancia y dedicación a la fe sigue inspirando a muchas personas en todo el mundo.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.
