Ya sea en aperitivo, merienda o cena, los calamares siempre son una de las opciones más escogidas por los amantes del tapeo. Fue después de que hiciese su entrada magistral en la plaza Mayor de Madrid cuando esta anilla de calamar rebozada con harina aterrizó en algunos de los bares más clásicos de Zaragoza. Allá por la década de los 50, se popularizó que los comensales pidiesen en los bares del Tubo un bocadillo o una ración de calamares, que usualmente venía acompañada de mayonesa, salsa brava o su tan característico limón.
A pesar del paso del tiempo, quedar con los amigos para echar un vermut y probar un bocadillo de calamares es una tradición no se ha perdido, por lo que muchos restaurantes de Zaragoza siguen ofreciendo este bocado tan clásico de la gastronomía española. Estas son algunas propuestas para disfrutar de los mejores calamares de toda Zaragoza.
BAR MONTESOL
Famoso por sus patatas bravas “especiales” y las que muchos consideran unas de las mejores de la ciudad, pero si hay algo por lo que también destaca el bar Montesol (calle de Franco y López, 2) es por su bocadillo de calamares. Por menos de 6 euros, se puede disfrutar de este manjar de la gastronomía española.
Además, a través de su página web puedes hacer el pedido de tu bocadillo y te lo llevan a donde quieras. Dentro de su carta encontrarás gran variedad de especialidades como su “bocadillo especial” de paté, lechuga, pimiento verde, jamón y huevo a la plancha y para el centro, los huevos fritos con patatas, otro clásico que tampoco puede faltar si vas a probar el histórico bar Montesol.
CALAMAR BRAVO
El rey de los locales por excelencia de los bocadillos de calamares en Zaragoza es el emblemático Calamar Bravo (calle Cinco de Marzo, 14). Raro es el día en el que pasas por la puerta y no hay una enorme fila de gente esperando para poder degustar su bocadillo de calamares.
En 1967 se fundó el bar y en 2009 se trasladó a su ubicación actual en Cinco de Marzo, un lugar sagrado para muchos zaragozanos y visitantes que han llegado a nombrarlo como “el mejor bocadillo de calamares del mundo”. Lo más importante para los responsables del Calamar Bravo es dar un producto de calidad a buen precio y tratar muy bien al cliente.
LA MEJILLONERA
La Mejillonera (calle Cinco de Marzo, 4) fue fundada por Javier González Abadía, quien también regenta este mismo local en Valladolid. Al principio de los tiempos, este local se encontraba en la calle Moneva, pero finalmente acabó en su ubicación actual que comparte con uno de sus principales competidores, El Calamar Bravo.
Lo cierto es que el corazón de los zaragozanos está dividido entre estos dos locales con opiniones para todos los gustos. Y es que además de compartir calle, comparten su plato estrella: el bocadillo de calamares. Pero, sin duda, ambos son un clásico gastronómico de la capital aragonesa que no te puedes perder si quieres disfrutar de uno de los mejores bocadillos de calamares de la ciudad.
EL POZAL
Ubicado en Casetas, el bar El Pozal (calle Don Santiago Castillo, 28) es famoso entre los vecinos de la zona por su fantástico bocadillo de calamares. Se trata de un restaurante perfecto para salir de la zona de confort y para los amantes de la comida.
En su variado menú, están especializados también en hamburguesas con unos precios muy asequibles. Un ambiente relajado, sencillo y perfecto para disfrutar en familia de su bocadillo de calamares y de todos los deliciosos platos que encontrarás en la carta del Pozal.
ESPUMOSOS
Con un total de tres locales en Zaragoza (Calle Cádiz, Aragonia y Cinco de Marzo), es posiblemente uno de los bares más famosos de la ciudad. Cuentan con una gran cantidad de especialidades, pero entre todas ellas destacan los calamares. Recién hechos, en ración o en bocadillo, es una opción perfecta si vienes a los Espumosos.
Además de por sus calamares, tienen algunos platos destacados como las gambas Orly, la ensaladilla rusa y una amplia gama de tapas de lo más variadas. Cada semana, en el restaurante cambian la carta con productos frescos y de temporada y cuentan con menús del día, ejecutivos y cenas para grupos.
J-85
La bocatería zaragozana J-85 (calle San Francisco de Borja, 9) lleva los bocadillos a otro nivel. Uno de esos que no sabes ni por dónde empezar a morder para no pringarte entero es su reciente incorporación, el de calamares. Se trata de una sabrosa bomba de tiras de calamar y gran cantidad de salsa.
El panecillo está ligeramente tostado y es un plan perfecto para acompañar con una cerveza fría ahora que llega el buen tiempo o para probar sus famosas patatas bravas. Suele costar encontrar sitio, pero paciencia, al final la espera merece la pena.
LA ANTILLA
Otro mítico restaurante zaragozano es La Antilla (avenida Gómez Laguna y calle Hernando de Aragón). Famoso por sus bocadillos con el pan bien tostado, destaca el de calamares. Es posiblemente uno de los más originales de la lista por su salsa y por elaborarse de una manera diferente a la tradicional mayonesa.
Su oferta se completa no solo con bocadillos sino también con patatas fritas caseras, hamburguesas, tostadas, ensaladas y postres preparados al momento que están siempre a la vista de todos los clientes. Sin duda, el lugar perfecto en el que probar un bocadillo de calamares diferente a los demás.
CALAMARDO BY PATRICIO
Esta lista con algunos de los mejores calamares de Zaragoza la cierra un particular restaurante inspirado en el dibujo animado de Bob Esponja. No están en una piña debajo del mar, sino que la tripulación del Calamardo by Patricio se encuentra en la calle Juan José Rivas 8. Allí, entre fogones, redes de pesca y timones, preparan esta delicia marina a precios muy populares.
El establecimiento desembarcó en la capital aragonesa allá por 2021, cuando a su regente, Patricio, se le ocurrió este juego de palabras entre su nombre y su especialidad. Con una carta reducida a los bocadillos y raciones de calamares, pollo y patatas, han querido innovar con una amplia variedad de salsas caseras que aportan un toque único al plato. Así, se puede escoger entre los clásicos alioli y picante, pero también entre la salsa plancton, negra, oriental o de piquillos.
