El santoral católico recuerda hoy, domingo 21 de mayo, a San Cristóforo Magallanes, un sacerdote mártir mexicano que dedicó su vida a la evangelización y la educación. Nació en 1869 en la ciudad de Totatiche, Jalisco, y estudió en el Seminario de Guadalajara donde lo ordenaron sacerdote en 1899. Durante su ministerio, fundó escuelas y promovió la educación en áreas rurales de México.
noticias relacionadas
En 1910, durante la Revolución Mexicana, Magallanes se negó a renunciar a su fe católica y se convirtió en un objetivo para el gobierno anticatólico. Lo arrestaron y lo enviaron a prisión, donde se unió a otros sacerdotes y laicos que también se negaron a comprometer su fe. Finalmente, el 25 de mayo de 1927, Magallanes y sus compañeros fueron ejecutados a tiros en el Cerro de las Campanas en Querétaro.
Hoy en día, se considera a San Cristóforo Magallanes un mártir y un ejemplo de fe y valentía en la lucha contra la persecución religiosa. Fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en 2000 como uno de los «santos mártires de México». Su legado continúa inspirando a los católicos mexicanos y a aquellos que luchan por la libertad religiosa en todo el mundo.
El santoral católico también venera este 21 de mayo a San Eugenio de Mazenod, un obispo católico y fundador de la Congregación de Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Nació en Francia en 1782. Después ordenarse sacerdote a los 25 años, dedicó su vida al servicio de los pobres y marginados de la sociedad, especialmente en Marsella, Francia. En 1837, lo nombraron obispo de Marsigli, donde trabajó incansablemente por el bienestar espiritual y material de su diócesis.
Durante su mandato como obispo, San Eugenio de Mazenod se enfocó en mejorar la educación y la formación de los sacerdotes. Así como en expandir las misiones católicas en todo el mundo. Se preocupó particularmente por la formación de los jóvenes y los pobres, y fundó escuelas y orfanatos para ayudar a mejorar sus vidas. Además, trabajó incansablemente para aliviar el sufrimiento de los enfermos y los necesitados, y se convirtió en un defensor público de los derechos humanos.
Se recuerda a San Eugenio de Mazenod como un santo y un líder espiritual excepcional que dedicó su vida al servicio de Dios y de los demás. Su legado sigue vivo en la Congregación de Misioneros Oblatos, que continúa su trabajo de llevar el amor de Dios a los más necesitados en todo el mundo.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.