Explora la ciudad del Ebro: la ruta en coche perfecta por Zaragoza y sus alrededores

A medio camino entre Madrid y Barcelona, la ciudad del Ebro y la Virgen del Pilar es un emplazamiento ideal para vivir una temporada en ella. Una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) posiciona a Zaragoza en el segundo puesto entre las ciudades con mayor calidad de vida de España. De ella los zaragozanos destacan la tranquilidad y comodidad para vivir, la oferta cultural, el mercado inmobiliario, la movilidad y los servicios públicos.

Pero además es un lugar muy interesante para conocer a través de una ruta en coche. Quédate con nosotros para averiguar qué puedes descubrir en Zaragoza.

Preparativos previos a la ruta: puesta a punto del vehículo y navegación

Una vez has decidido cuándo quieres visitar la zona central de Aragón, si lo vas a hacer en coche tendrás que vigilar bien su estado previo. Es importante que revises el sistema de aire acondicionado, compruebes el limpiaparabrisas y revises la presión de los neumáticos.

Otro apunte importante es vigilar el estado de las lunas, ya que, aunque parezca que todo está en orden, la más mínima grieta puede acabar provocando un problema mayor y mucho más caro. En este caso, una solución interesante pasa por conocer las localizaciones de carglass zaragoza en la región.

Junto con estas recomendaciones, no olvides comprobar que el sistema de refrigeración funciona correctamente, para evitar así un sobrecalentamiento del motor. No olvides tampoco vigilar el estado de los frenos y amortiguadores.

El nivel de aceite del motor es otra tarea básica en la comprobación del estado del vehículo, así como las luces. Por último, echa un vistazo al estado de la batería, que casi siempre cae en el olvido en temas de cuidado y mantenimiento.

La mejor época para realizar una ruta en coche por Zaragoza

Si hablamos del aspecto climático el mejor momento para visitar Zaragoza es durante la primavera o a principios de otoño. Esta ciudad está enclavada en el centro de Aragón, con las provincias de Huesca al norte y Teruel al sur.

El paso del río Ebro por buena parte de la provincia a través del Valle que se conforma entre las cordilleras del Sistema Ibérico y Los Pirineos hace que el verano en Zaragoza sea muy tórrido. En cambio, durante las temporadas de entretiempo el clima es mucho más benigno.

De estas dos, entre primavera y otoño, la elección va a depender de las opciones del viajero, pero si lo haces tras finalizar el verano intenta que la visita coincida con las Fiestas del Pilar, en torno al 12 de octubre, que son el momento más álgido de todo el año, con decenas de miles de visitantes llegados de toda España.

En esta zona de Aragón, tanto la capital regional como los alrededores, las precipitaciones son escasas y se suelen concentrar entre mayo y abril. Zaragoza tiene una media de solo 50 días de lluvia al año. Lo que sí debes tener muy presente es que en invierno y principios de primavera suele soplar un viento frío y seco del noroeste, el Cierzo, que provoca bruscos cambios de temperatura y cielos despejados.

Información sobre normativas de tráfico y zonas de estacionamiento en Zaragoza

Zaragoza cuenta con una amplia red de aparcamientos públicos en los que tu coche estará en perfecto estado. A su vez, en toda la ciudad hay habilitadas zonas azul y naranja con coste entre semana, pero libres a partir de las 20 horas y los fines de semana.

Si prefieres no pagar por aparcar tu coche, puedes probar suerte en Plaza de Europa o el Parque Macanaz, que son zonas muy céntricas, próximas a la Basílica del Pilar o el Palacio de la Ajafería. Más alejados están el Campus Río Ebro o la Estación Delicias.

Fuera de la capital, la mayoría de pueblos cercanos ofrecen aparcamiento libre y gratuito. Algunas recomendaciones para visitar son el Galacho de Juslibol o la Reserva de los Galachos de la Alfranca, La Cartuja y el Burgo de Ebro. Esto si hablamos de emplazamientos naturales vinculados al gran río del levante peninsular.

Si tu interés radica más en descubrir pueblos, las opciones pasan por El Burgo de Ebro, Cadrete, Muel, Fuendetodos, Anento, Belchite o Trasmoz. En muchos de estos núcleos urbanos se entremezclan elementos medievales con vestigios musulmanes.

Para finalizar, no debes renunciar a un paseo por Tarazona, donde conviven en muchos de sus edificios los estilos artísticos gótico, mudejar y renacentista. Situado en las faldas de Moncayo, este lugar ocupa un cruce de caminos perfecto entre Aragón, Navarra, Castilla y León y La Rioja.