santoral 4 de junio
El santoral católico recuerda este domingo 4 de junio al religioso San Francisco Caracciolo y al mártir San Quirino

El santoral católico recuerda hoy, domingo 4 de junio, a San Francisco Caracciolo, sacerdote y fundador de los clérigos regulares menores. Nació en 1563 en la villa Santa María, en Italia, en el seno de una familia rica y en donde su madre era familiar de Santo Tomás de Aquino.

Se instruyó en comercio y política, pero a los 22 años, Francisco enfermó gravemente de la piel. Francisco prometió a Dios que si le curaba, dedicaría su vida al sacerdocio. Súbitamente quedó curado y Francisco cumplió su promesa y se ordenó sacerdote. En 1588, Juan Augustine Adorno recibió la inspiración de fundar una comunidad religiosa que combinara la oración y el apostolado. Escribió una carta a Caracciolo, solicitando consejos y colaboración para este proyecto. Juntos fundaron la nueva congregación llamada «Clérigos regulares».

La comunidad se estableció en Nápoles, pero el Papa los envió a España. Aunque no lograron fundar allí una comunidad, al regresar a Italia encontraron que la comunidad había crecido tanto que necesitaban un lugar más amplio y se les asignó el convento de Santa Maria la Maggiore en Roma.

Francisco destacó como misionero, trabajando en cárceles y atendiendo a los enfermos. A pesar de las tentaciones de cargos importantes, mantuvo su promesa de no aspirar a altos puestos. Era humilde y se ocupaba de las tareas más sencillas como limpiar y lavar los platos. Predicaba sobre la misericordia de Dios y la devoción a la Virgen. Tenía el don de curación, y la gente se arrodillaba al verlo pasar por las calles.

Después de siete años como superior, renunció a sus cargos para dedicarse a la contemplación. En 1608, mientras viajaba para ayudar en una nueva casa de la orden, visitó el santuario de la Santa Casa de Loreto y tuvo una visión de su amigo Juan Adorno. Luego llegó a Agnone, donde cayó enfermo y falleció el 4 de junio de 1608. Dos siglos más tarde, fue canonizado.

SAN QUIRINO, MARTIR CRISTIANO

Este 4 de junio, el santoral católico homenajea a San Quirino, mártir cristiano que fue detenido durante la persecución de Diocleciano en el año 309 por negarse a sacrificarse a los dioses, según el edicto imperial. Fue azotado y encarcelado, donde logró convertir al guardián de la cárcel. Después de tres días, fue arrojado al río Sva con una piedra atada al cuello por orden del Decano de Panonia. Los cristianos rescataron su cuerpo y lo enterraron cerca del lugar del martirio.

En el siglo V, sus restos fueron trasladados a Roma y colocados en un mausoleo conocido como Platonia, detrás de la basílica de San Sebastián en la Vía Apia, donde fue venerado durante dos siglos hasta que sus restos fueron trasladados y dispersados en Milán, Aquileia y posiblemente por Tivoli. El nombre de San Quirino se hizo popular entre los romanos para referirse a los sabinos y los quirites.

¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?

La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.

Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.

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