El santoral católico recuerda hoy viernes 23 de junio a San Zacarías y Santa Isabel, los venerados padres de San Juan Bautista. Según la tradición bíblica, Zacarías y su esposa Isabel eran una pareja piadosa y justa, pero eran estériles y no tenían hijos. Sin embargo, un día, mientras Zacarías estaba cumpliendo con su deber sacerdotal en el templo, se le apareció el ángel Gabriel, quien anunció que su esposa concebiría y daría a luz a un hijo.
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A pesar de su avanzada edad, Zacarías y Santa Isabel confiaron en la promesa divina y, como señal de fe, el hijo que nació fue llamado Juan, quien más tarde sería conocido como San Juan Bautista. Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetizó sobre el importante papel que su hijo desempeñaría en la preparación del camino para Jesús, el Mesías.
San Zacarías y Santa Isabel son reconocidos en la tradición cristiana como ejemplos de fe y obediencia a la voluntad de Dios. Su historia es un recordatorio de que, a través de la gracia divina, incluso lo que parece imposible puede hacerse realidad. Su papel como padres de San Juan Bautista resalta su importancia en la historia de la salvación y su contribución al plan divino para la llegada del Salvador. En este día, recordamos y honramos a San Zacarías y Santa Isabel, padres piadosos y modelos de fe para todos los creyentes.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.