Cada mañana, Vanta saluda agradable a los casi dos millones de seguidores que la siguen en TikTok. Lo hace con voz clara y un acento que para algunos es «maño» y para otros de cantante de tango. Un saludo que no tendría nada de especial sino fuera porque Vanta es una cuerva. Y no una cualquiera sino que después de unos cuantos meses y decenas de vídeos en su perfil (@vantatheraven) se ha convertido en la «superestrella» de TikTok. De hecho, tiene hasta unas camisetas con su cara que sus «papis», Sandra y Omar, venden para alegría de sus miles de fans. Vanta come palomitas, juega y se baña en su habitación y vive feliz junto a su familia en Zaragoza. Y con esa rutina le vale para tener enganchados a toda una legión de fans que no se pierden ni un vídeo suyo.
A Vanta solo le basta con decir «hola» y comerse una judía verde o un trozo de pollo para que sus vídeos se viralicen al instante alcanzando las casi 30 millones de visitas. Nació un 1 de mayo de 2020 y con apenas quince días y en plena pandemia llegó a su casa en Zaragoza donde convive con Willy, uno de sus hermanos perrunos, y el resto de su familia. Tiene una habitación propia y hasta un «jacuzzi» particular donde se da unos refrescantes baños en una rutina diaria que sería la envidia de muchos. Vanta duerme, revolotea por la casa saludando educada a sus dueños, se da un baño y come un delicioso menú a base de codorniz, avena, fruta y verduras.
También se da un paseo para estirar un poco las alas y sale todas las semanas a la calle. De hecho, es frecuente ver a Omar y Sandra por su barrio de Zaragoza con la cuerva posada en sus brazos. El resto del tiempo lo pasa en su habitación, que comunica con una impresionante terraza donde puede revolotear feliz. A Vanta sus padres la llaman cariñosamente «la pija» porque no se pierde ninguna rutina de maquillaje y aunque es muy educada a veces se pone un poco celosa y no duda en dar con el pico a algún miembro de la familia.
Vanta nació en cautividad y sus padres la adoptaron sin pensarlo. La educaron y le enseñaron tanto que la cuerva es capaz de reconocer los números y elegir al correcto cuando Sandra le dice «Vanta, coge el número dos». Además, también juega al escondite, da besos de buenas noches, se sienta a la mesa junto al resto para disfrutar de una deliciosa tortilla para cenar y juega al Clash Royal. Todo esto bien le ha valido que sus seguidores reconozcan sin dudar que es más inteligente que ellos.
Podría decirse que la cuerva es, a veces, más perro que ave y es que recibe a sus dueños cuando llegan a casa tras el trabajo, juega con sus muchos juguetes y busca los mimos de sus padres. Uno de sus últimos vídeos lo protagoniza su «hola» característico y alcanza ya las 28 millones de visitas en TikTok. Además, Vanta también tiene un Instagram con 136.000 seguidores y un canal de Youtube con casi 4.000.