santoral 28 junio
El santoral católico recuerda hoy miércoles 28 de junio a San Pablo I, quien fue un papa que ocupó la sede de Pedro en el siglo IX

El santoral católico recuerda hoy miércoles 28 de junio a San Pablo I, quien fue un papa que ocupó la sede de Pedro en el siglo IX. Nacido en Italia, San Pablo I demostró ser un líder sabio y piadoso desde el comienzo de su pontificado. Durante su breve pero significativo reinado, se destacó por su compromiso con la justicia, la paz y el cuidado pastoral de la Iglesia.

San Pablo I fue conocido por su actitud humilde y su amor por los pobres. Promovió la caridad y la misericordia, y se preocupó por los más desfavorecidos. Además, defendió la unidad y la fidelidad a la doctrina de la Iglesia en un momento en que se enfrentaba a desafíos internos y externos.

A pesar de su corto pontificado, San Pablo I dejó un impacto duradero en la historia de la Iglesia y es recordado como un pastor amable y compasivo. Su vida y ejemplo nos inspiran a seguir su compromiso con la justicia, la paz y el cuidado pastoral en medio de los desafíos de nuestro tiempo.

Este 28 de junio, el santoral también honra a San Ireneo, obispo de Lyon en el siglo II. San Ireneo fue un prolífico escritor y defensor de la fe cristiana en una época de crecientes herejías. Su obra más conocida es «Adversus Haereses» (Contra las Herejías), en la que refutó las enseñanzas gnósticas y defendió la doctrina ortodoxa.

San Ireneo fue un líder eclesiástico valiente y comprometido. Trabajó incansablemente para promover la unidad de la Iglesia y fortalecer la fe de los creyentes. Su legado se destaca por su enfoque en la tradición apostólica y su defensa de la sucesión apostólica como garantía de la autenticidad de la fe cristiana.

Hoy, recordamos a San Ireneo como un defensor intrépido de la fe y un ejemplo de fidelidad a la enseñanza apostólica. Su contribución a la teología y su testimonio de vida nos animan a permanecer arraigados en la verdad de la fe y a promover la unidad y el amor fraterno en la Iglesia.

¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?

La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.

Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.

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