Imagínense que, de repente, todo se apaga. Nuestro alrededor se funde a negro. Es precisamente el día a día de la población invidente. Y es lo que hoy han podido experimentar varias personas en el “desayuno a ciegas” que han organizado Aspace y la ONCE en el Hotel Ilunion Romareda. Una cita que ha reunido a dos colectivos con necesidades especiales distintas.
Esta actividad, mediante una experiencia en la que se invita a vivir y ponerse en la piel de este colectivo, se enmarca en los actos que conmemoran el 50 aniversario de la Fundación.
La experiencia ha comenzado con un antifaz sobre los ojos. Desde ese momento, los participantes, acompañados de las personas que han ejercido de “lazarillos”, han dado un paseo por los alrededores del hotel para, posteriormente, degustar un completo desayuno. Las manos han sido el mejor aliado. En la actividad ha participado Óscar Alijarde, miembro de Aspace con parálisis cerebral, quien ha querido empatizar con las personas que tienen otro tipo de necesidades especiales diferentes a las suyas. “Para mí es una experiencia nueva y sirve para ponerse en el lugar del otro”, ha explicado Alijarde.
El desayuno lo ha acogido el Hotel Ilunion, entidad que colabora con la ONCE y que incluye en su plantilla a trabajadores con necesidades especiales. Su director es José Antonio Palau, quien ha señalado que acogen “cualquier tipo de discapacidad y que el hotel es accesible”.
Esta cita ha reunido a Aspace y ONCE para compartir experiencias y experimentar cómo se desenvuelve en el día a día alguien con discapacidad visual. La primera de ellas está de celebración, y es que Aspace Zaragoza cumple 50 años. Se constituyó en 1974 con el fin de ofrecer una atención integral a las personas con parálisis cerebral y patologías afines. En la actualidad, atienden a cerca de 90 personas.