El santoral católico recuerda hoy jueves 6 de julio a Santa María Goretti, una virgen y mártir venerada por su valentía y pureza. María Goretti nació el 16 de octubre de 1890 en Corinaldo, Italia. A temprana edad, mostró una profunda devoción y amor por Dios. Su vida fue trágicamente interrumpida a los 11 años cuando fue atacada sexualmente por un vecino. María defendió su pureza y resistió valientemente el intento de violación. Aunque fue apuñalada varias veces durante el ataque, perdonó a su agresor antes de fallecer el 6 de julio de 1902.
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Santa María Goretti es considerada un ejemplo de virtud y castidad para la juventud católica. Su martirio y su respuesta ejemplar al mal la convirtieron en un símbolo de fortaleza y fe. Su perdón hacia su agresor antes de morir es un testimonio poderoso de la misericordia cristiana. Fue canonizada por el Papa Pío XII el 24 de junio de 1950 y es venerada como patrona de la pureza y protectora de las víctimas de violencia sexual.
La vida de Santa María Goretti es recordada como un recordatorio de la importancia de proteger la dignidad y la pureza de cada persona. Su historia ha sido una fuente de inspiración para muchas personas que enfrentan situaciones difíciles y desafíos en la vida. A través de su martirio, María Goretti nos enseña la importancia de la virtud y el perdón, y nos anima a vivir con coraje y amor en nuestro propio camino de fe.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.