El santoral católico recuerda hoy jueves 20 de julio a San Apolinar, un venerado santo de la Iglesia. San Apolinar vivió en el siglo I y fue uno de los setenta y dos discípulos de Jesús. Fue elegido por el propio Cristo para llevar su mensaje de amor y salvación a diferentes lugares. San Apolinar es conocido como un apóstol intrépido y valiente, que predicó el Evangelio con pasión y dedicación.
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San Apolinar es considerado el primer obispo de Rávena, en Italia. Durante su episcopado, se esforzó por difundir el cristianismo y establecer comunidades de fe en la región. Se le atribuyen numerosos milagros, como la curación de enfermedades y la expulsión de demonios. Su ejemplo de santidad y su entrega a la causa de Cristo lo convirtieron en un referente para los fieles de su tiempo y de generaciones posteriores.
La memoria de San Apolinar nos recuerda la importancia de la evangelización y el testimonio cristiano en el mundo. Su vida y sus enseñanzas nos inspiran a proclamar el mensaje de amor y misericordia de Jesús en nuestras propias vidas. Que su intercesión nos ayude a vivir con valentía y compromiso, compartiendo la fe y el amor de Cristo con aquellos que nos rodean.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.