El santoral católico recuerda hoy viernes 28 de julio a San Nazario y San Celso, dos santos y mártires de la Iglesia. San Nazario y San Celso vivieron en los primeros siglos del cristianismo y fueron conocidos por su valentía y devoción en la predicación del Evangelio. Como discípulos de Jesús, dedicaron sus vidas a difundir el mensaje de amor y salvación, incluso enfrentando persecución y martirio.
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San Nazario y San Celso fueron compañeros inseparables en su misión evangelizadora. Viajaron a diversas regiones para anunciar la Buena Nueva y llevar consuelo a los necesitados. Su testimonio de fe y su valentía al enfrentar la adversidad inspiraron a muchos a convertirse al cristianismo y a perseverar en medio de la persecución. Fueron mártires de la fe, dando su vida por amor a Cristo.
La memoria de San Nazario y San Celso nos invita a ser testigos valientes de la fe en medio de las dificultades. Su ejemplo nos desafía a mantenernos firmes en nuestra relación con Dios y a proclamar el Evangelio con audacia. Que su intercesión nos inspire a vivir una vida de entrega y compromiso con el mensaje de amor y salvación de Jesús.
Este 28 de julio, el santoral también rinde homenaje a San Víctor I, Papa de la Iglesia Católica en el siglo II. San Víctor I fue conocido por su liderazgo y sabiduría en la Iglesia. Durante su pontificado, se enfrentó a desafíos teológicos y pastorales, pero siempre buscó mantener la unidad y la ortodoxia en la fe. Su dedicación al servicio de la Iglesia y su defensa de la verdad lo convierten en un modelo de liderazgo cristiano.
San Víctor I fue conocido por su compromiso con la unidad de la Iglesia y su lucha contra las herejías. Bajo su liderazgo, la Iglesia enfrentó desafíos y controversias, pero se mantuvo fiel a las enseñanzas de Jesús. Su legado de fidelidad y perseverancia nos recuerda la importancia de mantenernos firmes en nuestra fe y buscar la unidad en la diversidad.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.