Hamburguesas, huevos fritos con patatas, pizzas, bocadillos, kebabs… Todo entra (y muy bien) después de una frenética noche de fiesta. Ya sea en alguna de las mejores coctelerías de Zaragoza o en las discotecas del Casco, eso de darle a las copas abre irremediablemente el apetito aunque uno haya cenado convenientemente. Y para llenar el estómago y evitar una resaca mayor al día siguiente, en Zaragoza hay un puñado de locales que abren temprano (o cierran tarde) para que cada cual decida si recenar o almorzar, dependiendo cómo se haya dado la noche.
BAR EL LORO
«El bar de moda de la noche zaragozana». Así se presenta el bar El Loro, un local ubicado en la calle Las Eras 12 que abre los viernes, sábados y domingos de 6.00 a 9.30. El lugar idóneo en el que acabar una buena noche de fiesta y empapar los cócteles con alguno de sus suculentos almuerzos. Con una carta sencilla pero completa, en El Loro ofrecen migas solas o con huevo con longaniza y ajo, judías blancas con chorizo y morcilla, huevos fritos con longaniza, chorizo, morcilla o patatas fritas y ensalada aragonesa.

En cuanto a las bebidas para acompañar el almuerzo ofrecen vino tinto y gaseosa, cocacola, cerveza o agua. Quien vaya con algo de sueño no podrá beber café y es que ya lo advierten: no lo preparan.
PIZZERÍA 24 HORAS
Una pizza lista en tres minutos a las dos, tres, cuatro, cinco o seis de la mañana. La hora no importa porque D’Arte está abierto las 24 horas para ofrecer hasta doce tipos diferentes gracias a sus máquinas expendedoras ubicadas en la calle Manifestación 44, en avenida de Madrid 161, calle Francisco de Vitoria 27 y Coso 20.

Las pizzas son de 30 centímetros de diámetro y tienen un precio de 9,50 euros. En la carta se puede encontrar desde una seis quesos hasta otra con solomillo y rulo de cabra, una opción “delicatessen” con crema de trufa y jamón ibérico, la típica carbonara o una con mozzarella de bufala, albahaca y tomates cherry.
El TIMPLE
En El Timple llevan haciendo felices a los zaragozanos desde 1980. Ellos mismos lo dicen y es que si el bar es un clásico para cenar en Zaragoza todavía lo es más para llenar el estómago después de una noche de fiesta. Su campero, un bollito con queso, jamón, tomate y lechuga que puede acompañarse al gusto del consumidor con hamburguesa, huevo o bacon, es conocido por jóvenes y no tan jóvenes pero el local tiene también otros platos deliciosos.

Entre hamburguesas, perritos calientes, patatas fritas, tequeños o tiras de pollo rebozadas, El Timple abre el viernes y el sábado hasta las 3.00 para aquellos que quieran retirarse pronto o que lleven por ahí desde el vermú. El Timple tiene dos locales, el de la calle Eduardo Dato 25 y el de la calle Santa Joaquina de Vedruna 16.
BAR LA QUÍMICA
En pleno barrio de La Almozara, el bar La química abre casi antes de que salga el sol (a las 6.00) dispuesto a ofrecer un buen plato combinado con huevos fritos, patatas y longaniza o unas churros y un café, depende de lo que entre mejor a cada uno. Esta ubicado en la avenida Almozara 18 y en su carta también se pueden encontrar sandwiches, bocadillos, tostadas o ensaladas.
El bar cierra a las 0.30 todos los días y levanta la persiana a las 6.00 indistintamente de si es fin de semana o no. Además, también tiene unos precios muy asequibles para disfrutar de una buena comilona después de una noche de jarana.
CHOCOLATERÍA ULZAMA
Los que son más de dulce antes de irse a dormir encuentran su paraíso en la Chocolatería Ulzama. Ubicada en la calle Fueros de Aragón 1 abre todos los días a las 5.30 horas (y hasta la 13.00) para ofrecer deliciosos tazones de chocolate caliente con churros, su especialidad. Algunos dicen que es la mejor churrería de Zaragoza y es que encontrar sitio el fin de semana es, a veces, complicado. Ofrecen churros y porras artesanos elaborados al momento tanto en su versión más tradicional como recubiertos de chocolate, chocolate blanco con canela o chocolate negro con crocante. En la carta también una parte salada con platos combinados, tostadas y ensaladas.

BAR MONTESOL
El bar Montesol (calle de Franco y López, 2) es la cuna de los universitarios, ese lugar en el que disfrutar de unas buenas bravas tras un examen o como sustituto a unas clases no demasiado interesantes. Y es que aunque su carta es de lo más extensa entre platos combinados, bocadillos y hamburguesas, las patatas bravas son el plato más codiciado del local. No hay nada más universitario que el Montesol y tampoco hay nada más universitario que los juernes y, por eso, el local abre a las 7.30 de la mañana los viernes para esos a los que se les haya complicado la noche de fiesta.
