Uno de los planes más demandados para hacer en verano es disfrutar de un bonito atardecer. La búsqueda del mejor sunset de toda la ciudad es algo que muchos quieren conseguir y no siempre es una tarea sencilla. Unas pizzas, unos refrescos y buena compañía son algunos de los imprescindibles para un plan en el que lo más importante es la localización. A las afueras de la ciudad, muy cerca del recinto ferial de Valdespartera y del barrio de Arcosur, se erigen las ruinas de lo que un día fue el castillo y la ermita de Santa Bárbara. Y lo que no todo el mundo sabe es que es un punto ideal para disfrutar de un espectacular ocaso.
Estas ruinas se encuentran a unos 346 metros y después de una agradable caminata, se pueden disfrutar de una de las vistas más privilegiadas de la ciudad de Zaragoza. La hora ideal para subir en verano es a partir de las 20.00 horas ya que alrededor de las 21.30 ya es posible disfrutar de un espectacular atardecer y de una inmejorable vista panorámica de la ciudad.
Además de las vistas del edificio, aunque apenas quede ya nada, todavía se puede apreciar el interior rectangular que está dividido en dos partes. Por un lado la iglesia ubicada al este y al oeste, las estancias del ermitaño, caballerizas y las salas.
ACCESO
Este castillo está ubicado en el punto más alto de la ciudad. Para acceder hasta él, hay que dejar aparcado el coche en un parking que hay justo debajo de donde comienza la subida hasta el castillo a través de un túnel. Este parking está ubicado muy cercano a una urbanización del barrio de Arcosur y enfrente del conocido como lago de Penélope Cruz, en el barrio de Valdespartera.

HISTORIA DEL LUGAR
Este lugar ha estado ocupado desde tiempos inmemoriales ya que llegaron incluso a encontrarse restos prerromanos. En el año 1690, la cofradía de la Gloriosa Santa Bárbara edificó una ermita en honor precisamente a Santa Bárbara. Debido al terreno inestable y los materiales que se utilizaron necesitó de bastantes obras de reparación y fue en 1706 cuando la estructura estaba tan dañada que se llevó a cabo una gran obra.
En la Guerra de la Independencia, los franceses tomaron el lugar para poder atacar la ciudad desde las alturas y no sufrió daños. A modo de tradición, cada 1 de mayo había una romería hasta la ermita que terminó en 1905. El final de la romería y su difícil acceso hicieron que poco a poco este lugar se fuera arruinando. Tras la Guerra civil española, la ermita fue totalmente destruida y fue abandonada y desmantelada definitivamente.

ESCENARIO DE PELÍCULAS
La ermita de Santa Bárbara o más concretamente, el montículo sobre el que se alzan sus ruinas, llegó a ser incluso escenario de una película. Esto ocurrió en el año 1958 en la película “Salomón y la reina de Saba”. Concretamente, se rodó una escena que recreaba la batalla entre las tropas de Salomón y las de Faraón.