El santoral católico recuerda hoy, viernes 11 de agosto, a Santa Susana, una mujer romana venerada en la Iglesia homónima. Santa Susana fue una cristiana devota que vivió durante el siglo III d.C. y se destacó por su fervorosa fe y caridad hacia los más necesitados. A pesar de enfrentar persecuciones y dificultades debido a su religión, Santa Susana se mantuvo firme en su creencia y se convirtió en un ejemplo de valentía y virtud para la comunidad cristiana de su época.
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Este 11 de agosto, el santoral también homenajea a Santa Clara de Asís, una virgen fundadora de las Clarisas. Nacida en Italia en el año 1194, Santa Clara fue una discípula y seguidora de San Francisco de Asís. Decidió dedicar su vida a Dios y fundó la Orden de las Hermanas Pobres, conocidas como las Clarisas, con el objetivo de vivir en pobreza, humildad y total entrega a la fe. Santa Clara es recordada por su amor a los más desfavorecidos y su devoción inquebrantable, que inspiró a muchas mujeres a seguir su camino de santidad y servicio.
Otro mártir honrado en el santoral de este 11 de agosto es San Tiburcio, quien sufrió el martirio en la Via Labicana, Roma, durante la persecución de Diocleciano en el siglo IV d.C. San Tiburcio fue un valiente predicador del cristianismo y enfrentó valientemente el martirio por no renunciar a su fe. Su testimonio de fidelidad y coraje ha sido venerado a lo largo de los siglos, y su memoria es recordada en esta fecha por la Iglesia católica y los fieles que encuentran en su ejemplo una fuente de inspiración para perseverar en la fe incluso en tiempos de adversidad.
En este día de conmemoración, la Iglesia y los creyentes honran a estos santos y mártires que dejaron un legado de valentía, caridad y devoción a Dios. Su ejemplo continúa guiando a generaciones de cristianos, recordándonos la importancia de vivir una vida de fe auténtica y compromiso con los valores del Evangelio, incluso en medio de las dificultades y desafíos que la vida pueda presentar.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.