Aragón puede presumir de muchas cosas. De ser el resguardo del monasterio más antiguo de España, la cuna de personajes ilustres, de haber acogido grandes producciones cinematográficas en sus pueblos y calles, de tener los cielos más bonitos para verlos plagados de estrellas y de ser tierra de impresionantes paisajes, desde aquellos rodeados por montañas y valles hasta los salpicados por refrescantes cascadas, pozas, saltos de agua y embalses. Y si de otra cosa puede presumir Aragón es de tener en su territorio al pueblo de España con más piscinas naturales.
En la comarca del Matarraña, Beceite es el paraíso de los amantes del agua y se encuentra plagado de pozas, saltos de agua y piscinas naturales que lo convierten en todo un reclamo turístico para una excursión o para escapar del sofocante calor de las capitales porque, eso sí, el agua está, a menudo, más que fría. Quizás, unas de las más populares sean las pozas de La Pesquera, una zona de pozas de diferentes tamaños (en total, 15) que la naturaleza se ha encargado de excavar en el río Ulldemó, hasta la confluencia de este con el río Matarraña.

Esta reserva natural de unos 7 kilómetros se encuentra en pleno campo y está plagada de piscinas naturales de agua cristalina a las que se puede llegar a través de la ruta fluvial de la Pesquera, un camino muy sencillo que se puede realizar también con niños. Eso sí, en época estival y para regular la gran afluencia que normalmente suele tener este espacio, se cobra un tique obligatorio de aparcamiento para coches de 10 euros y para motos de 4 euros.
Si a algo va asociado el nombre de Beceite es al del Parrizal, un impresionante espacio natural que transcurre por el Matarraña y que permite admirar la naturaleza en todo su esplendor. Llama la atención el color cristalino de sus aguas, sobre todo la de la Badina Negra, la poza más grande y profunda. Y aunque el turquesa del agua y la belleza del paraje invita a bañarse la realidad es que está prohibido. Además, para la visita al Parrizal también es necesario coger entrada.

El Parrizal es uno de los lugares más emblemáticos de los Puertos de Beceite, un macizo montañoso que también se extiende por las provincias de Tarragona y Castellón. Dentro de la Comarca del Matarraña y cercano a Beceite, el «Salt de la Portellada» es otra de estas piscinas naturales que crean paisajes idílicos a su paso. Una increíble cascada de más de 20 metros que desemboca en una poza de aguas cristalinas donde merece la pena darse un baño.

Sin embargo, si uno se aleja a la parte más baja del Matarraña (la del Parrizal es la alta) podrá encontrar dos impresionantes piscinas en las que tomar un refrescante baño. Una de ellas es la Font de La Rabosa, que llama la atención por estar en pleno casco urbano de Beceite. Se trata de unas pozas a doble altura que, rodeadas de vegetación y piedra, crean una estampa idílica para tomar un refrescante baño. Cerca de estas se encuentran otro lugar indispensable, L’Asutt. El azud de Beceite es lo más parecido a una piscina natural pues desde el pueblo la han adaptado poniéndole escaleras metálicas y cementando los lados para hacer un idílico espacio de baño. El agua, eso sí, está bastante fría, aunque merece la pena por su color y limpieza.

Otro de los lugares de baño de la localidad es el Pantano de Pena, uno de los más antiguos de la provincia de Teruel. Además de ser una referencia en la comarca del Matarraña para hacer deportes acuáticos como kayak o patines, en verano también se convierte en un lugar de baño. El embalse es un lugar ideal para hacer un picnic tras un refrescante chapuzón y se puede rodear a través de una agradable ruta de unos 8.5 kilómetros viendo el verde de la vegetación y del agua.
