El santoral católico recuerda hoy, miércoles 16 de agosto, a San Esteban, rey de Hungría, quien gobernó durante el siglo XI. San Esteban es conocido por su papel en la conversión del Reino de Hungría al cristianismo y por establecer una base sólida para la consolidación del país. Durante su reinado, promovió la evangelización y la construcción de iglesias, lo que contribuyó significativamente a la propagación de la fe en la región. Además de sus logros como monarca, San Esteban es recordado por su humildad y caridad, siendo un ejemplo de liderazgo inspirador para los fieles católicos.
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Este 16 de agosto, el santoral también homenajea a San Roque peregrino, un santo conocido por su devoción al cuidado de los enfermos durante la epidemia de la peste. San Roque renunció a su riqueza y comodidades para embarcarse en un viaje de peregrinación, dedicando su vida a ayudar a aquellos que sufrían de la terrible enfermedad. A través de sus oraciones y cuidados, se le atribuyeron numerosos milagros de curación. San Roque se ha convertido en un símbolo de compasión y solidaridad, y es considerado un santo intercesor para aquellos que enfrentan enfermedades y aflicciones.
Ambos santos, San Esteban y San Roque peregrino, son recordados en el santoral católico como modelos de fe y servicio a Dios y a los demás. Sus vidas ejemplares y su devoción a la caridad y la oración continúan siendo una fuente de inspiración para los creyentes en la actualidad. En este día especial, los fieles católicos honran la memoria de estos santos y buscan su intercesión para fortalecer su fe y seguir su ejemplo de amor y compasión hacia los demás.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.