El santoral católico recuerda hoy, viernes 18 de agosto, a San Agapito, mártir de Palestina, un santo venerado por su valentía y fidelidad a la fe cristiana. San Agapito vivió en los primeros siglos del cristianismo y enfrentó persecuciones por profesar su creencia en Jesucristo.
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Se negó a renunciar a su fe incluso frente a la adversidad y el peligro, y por ello, fue martirizado en la ciudad de Palestina. Su ejemplo de fortaleza y dedicación a los principios cristianos sigue siendo un motivo de inspiración para los fieles en la actualidad.
Este 18 de julio, el santoral también homenajea a Santa Elena, emperatriz, madre del emperador Constantino el Grande. Santa Elena es conocida por su papel en la historia cristiana, especialmente por su búsqueda y descubrimiento de la Vera Cruz, la cruz en la que se cree que Jesucristo fue crucificado.
Su devoción y esfuerzos para preservar y difundir reliquias cristianas la han convertido en una figura de gran importancia en la tradición católica. Santa Elena es admirada por su contribución a la expansión del cristianismo y su papel en la promoción de la fe en el Imperio Romano.
Ambos santos, San Agapito y Santa Elena, son recordados en el santoral católico como figuras ejemplares de la fe y la devoción cristiana. Su legado perdura en la memoria de los creyentes, y en este día especial, se honra su memoria y se busca su intercesión para fortalecer la fe y seguir su ejemplo de entrega y amor hacia Dios y los demás. La vida y el sacrificio de San Agapito y los esfuerzos de Santa Elena en la promoción del cristianismo siguen siendo un faro de luz y esperanza para la comunidad católica en su búsqueda de espiritualidad y santidad.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.