El santoral católico recuerda hoy, domingo 20 de agosto, a San Bernardo, abad y Doctor de la Iglesia, una figura de gran importancia en la historia del cristianismo. San Bernardo vivió en el siglo XII y fue un influyente teólogo y místico. Fundó la Abadía de Claraval y se destacó por su profundo conocimiento de la fe y su devoción a la Virgen María. Su sabiduría teológica y su fervor espiritual le valieron el título de Doctor de la Iglesia, siendo reconocido como un maestro y guía espiritual para los fieles católicos.
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Este 20 de agosto, el santoral también homenajea a San Samuel, profeta del Antiguo Testamento. San Samuel fue un importante líder espiritual en Israel y un intermediario entre Dios y su pueblo. Desde temprana edad, fue llamado por Dios para ser profeta y jueza, guiando a Israel en momentos de dificultad y apostasía. Su fidelidad y entrega a la voluntad divina lo convirtieron en un ejemplo de obediencia y devoción.
El santoral también celebra este 20 de agosto a Santa María de Mattias, virgen y fundadora de las Hermanas Adoratrices de la Preciosísima Sangre. Santa María de Mattias vivió en el siglo XIX y se dedicó a la educación y el servicio a los más necesitados. Fundó la congregación religiosa con el propósito de atender a mujeres y niñas en situaciones vulnerables, promoviendo así la dignidad y el respeto a la vida humana. Su legado de caridad y compasión sigue siendo relevante en la actualidad.
En resumen, el 20 de agosto es una fecha en el santoral católico que honra a tres santos significativos: San Bernardo, abad y Doctor de la Iglesia, cuya influencia teológica y espiritual dejó una marca indeleble en la historia cristiana; San Samuel, profeta y guía espiritual en el Antiguo Testamento, que mostró fidelidad y devoción a Dios y su pueblo; y Santa María de Mattias, fundadora de una congregación religiosa que sigue su misión de servicio y caridad hacia los más necesitados. En este día, los fieles católicos reflexionan sobre la vida y el legado de estos santos, buscando inspiración para seguir su ejemplo de fe y entrega a Dios y al prójimo.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.