El santoral católico recuerda hoy, viernes 25 de agosto, a San Ludovico, también conocido como Luis IX, rey de Francia

El santoral católico recuerda hoy, viernes 25 de agosto, a San Ludovico, también conocido como Luis IX, rey de Francia. San Ludovico nació en 1214 en Poissy, Francia, y ascendió al trono a una edad temprana. A lo largo de su reinado, demostró un profundo compromiso con su fe cristiana y se destacó por su justicia, caridad y devoción.

Fue un gobernante ejemplar, conocido por su imparcialidad en la administración de la justicia y su amor por los más necesitados. San Ludovico también participó en las cruzadas, buscando proteger y expandir los territorios cristianos en Tierra Santa. Su vida refleja la unión de la autoridad real con un profundo sentido de responsabilidad y servicio hacia Dios y su pueblo.

Este 25 de agosto, el santoral también homenajea a San José de Calasanz, un sacerdote español conocido por su labor en la educación y su fundación de la Orden de las Escuelas Pías, también llamadas Escuelas Pías o Escolapios. Nacido en 1557 en Peralta, España, San José de Calasanz tuvo una profunda vocación hacia la enseñanza y la formación de la juventud.

Fundó las Escuelas Pías con el objetivo de proporcionar educación gratuita y de calidad a los niños desfavorecidos, promoviendo una educación integral que incluyera no solo conocimientos académicos, sino también valores religiosos y morales. A lo largo de su vida, San José de Calasanz trabajó incansablemente por el bienestar de los jóvenes y su formación integral, dejando un impacto duradero en el ámbito educativo y en la vida de sus estudiantes.

San Ludovico y San José de Calasanz, a pesar de vivir en diferentes épocas y contextos, comparten un compromiso profundo con el servicio a Dios y a los demás. Sus vidas ejemplares nos recuerdan la importancia de combinar la fe con la acción, y cómo la influencia positiva en la sociedad puede ser alcanzada a través de la justicia, la caridad y la educación. Su legado perdura como inspiración para todos aquellos que buscan servir a Dios y a la humanidad con dedicación y amor.

¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?

La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.

Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.

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