La vieja ciudad de Marrakech es uno de los destinos más internacionales al que se puede llegar desde el aeropuerto de Zaragoza. Se trata de la única ciudad no europea que cuenta con vuelo directo desde la capital aragonesa. Actualmente y hasta el próximo 28 de octubre, se puede volar los miércoles y los sábados, pero a partir del 30 de octubre, los días cambian y los vuelos saldrán los lunes y los viernes.
Conocida como la ciudad roja, esta encantadora localidad marroquí está repleta de palacios, mezquitas, mercados y jardines que hacen las delicias de todos sus visitantes a pesar de sus caóticas calles o sus interminables zocos. Para una escapada de fin de semana es importante llevar bien apuntados los destinos principales que se deben visitar en la ciudad para poder exprimir al máximo la experiencia. Además, es importante evitar los meses de más calor como julio o agosto, por lo que un mes como septiembre puede ser una muy buena opción para visitar esta hermosa ciudad marroquí.
LA PLAZA JEMAA EL FNA
Se trata del centro neurálgico de Marrakech y, por lo tanto, una de las primeras visitas indispensables del viaje. Es el corazón de la ciudad y todas las rutas por la Medina empiezan y terminan en esta plaza. La estampa que muestra por la mañana es muy diferente a la que se muestra por la noche, ya que durante la noche se llena de puestos de comida y por la mañana pueden sorprenderte diversos animales, encantadores de serpientes y hasta un dentista que llega con sus utensilios.

En este lugar se puede degustar la comida típica marroquí y en el año 2001 fue declarada por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Son muy típicos los carromatos que ofrecen al público dátiles o zumos de naranjas por un precio que no alcanza un euro. Uno de los restaurantes más singulares de la plaza es Chez Chegrouni, que ofrece comida tradicional a un buen precio. Aunque no haya alcohol, a cambio ofrecen un delicioso té a la menta que aporta un aroma especial a esta plaza.
MEDERSA BEN YOUSSEF
Medersa Ben Youssef es la escuela musulmana más grande de Marruecos. Construida en el siglo XIV es una verdadera joya arquitectónica en cuyo patio central se encuentra una gran lámpara de hierro. Las paredes están recubiertas de cedro, estuco, así como con muros decorados con azulejos de colores. Se cerró en 1960 aunque en su momento de mayor esplendor llegaron a ser 800 los estudiantes que estudiaban aquí el Corán. Actualmente, es uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad y está abierto todos los días en horario de 8.00 a 18.00 horas.

EL ZOCO
Uno de los lugares en los que merece la pena perderse en el Zoco. Allí es posible regatear a los vendedores, comprar todo tipo de objetos y hasta puede que en algún momento te sientas enojado en ciertas situaciones que se dan en el Zoco. Allí se puede acceder desde la plaza Jemaa el Fna y se trata de un entramado de calles laberínticas llenas de tiendas y puestos de comida. Una de las curiosidades de este lugar es que los artesanos del mismo gremio se agrupan en el mismo lugar dentro del Zoco.

El oficio de los tintoreros es uno de los más llamativos, aunque en este lugar hay prácticamente de todo como artículos cosméticos, algodón, seda y hasta puestos de comida.
TUMBAS SAADÍES
Fueron descubiertas en el año 1917 y para acceder a estas tumbas hay que atravesar un estrecho pasadizo que se encuentra muy cerca de la mezquita Moulaya. Dentro de este complejo funerario uno de los imprescindibles es la Sala de las Doce Columnas, aunque también merece la pena la visita a la Sala de los Tres Nichos y la Sala de Mirhab.

En estas tumbas yacen los cuerpos de todos los miembros de la Dinastía Saadí, incluidos los sirvientes y soldados que tienen su propio espacio reservado en los jardines donde hay más de 100 tumbas. El horario de visita es de 9.00 a 16.00 horas todos los días.
MELLAH
El antiguo barrio judío de Marrakech es uno de los lugares más interesantes ya que se trata de un lugar con muchos años de historia cuya creación se produjo en el siglo XVI en lo que llegó a ser una de las comunidades judías más grandes de toda Europa. A día de hoy, los visitantes todavía pueden contemplar la sinagoga de Al Azama y el cementerio judío, dos de los principales atractivos turísticos del barrio.

LOS RIADS DE MARRAKECH
Si hay algo que destaca en Marrakech son sus hermosos palacios. Los riads son precisamente esos pequeños y antiguos palacios árabes que en la actualidad han sido convertidos en hoteles. Cuentan con un patio interior y una fuente y desde la azotea se pueden contemplar unas vistas privilegiadas de La Medina. Son sin duda pequeños oasis de paz en los que es muy recomendable el alojamiento, pero también es posible degustar algunas de las especialidades locales como la pastela, el cuscús o el tajine.

LA MURALLA DE MARRAKECH
Toda gran ciudad ha estado rodeada históricamente por una gran muralla. En el caso de la de Marrakech, que rodea la Medina y tiene una longitud de 15 kilómetros, una altura de unos diez metros y un total de diez puertas.

Se construyó en arcilla y la puerta más destacada es la de Bab Agnaou aunque hay otras muchas como Bab Doukkala, Bab el Debbagh o Bab el Khemis. Recorrerla e ir encontrando cada una de estas puertas es uno de los planes más interesantes en la ciudad marroquí.
JARDÍNES MAJORELLE
Además de los palacios, los jardines árabes son una de las atracciones turísticas más bonitas y mejor conservadas. Uno de los más famosos son los jardines de Majorelle que se encuentran fuera de la Medina y que deben su nombre a su diseñador, el artista francés Jacques Majorelle. Se trata de un oasis de desconexión del bullicio de la caótica ciudad de Marrakech, además de un lugar en el que cobijarte del calor con la sombra que ofrecen sus árboles.

En este jardín hay especies de todo tipo entre las que destaca el bambú, el cactus, los cocoteros o los bananeros. Además de las plantas, en el complejo hay gran variedad de fuentes, lagos y edificios azules que lo convierten en uno de los lugares con más encanto de la ciudad.
MEZQUITA KOUTOUBIA
También conocida como “minarete de los libreros”, la Mezquita Koutoubia es mucho más que una mezquita ya que esconde además una gran biblioteca. Con 66 metros de altura, es uno de los edificios más característicos de Marrakech y la mezquita más importante de la ciudad.

Hay que tener en cuenta que, como ocurre en el resto de mezquitas de la ciudad, está prohibida la entrada de las personas que no son musulmanas, aunque sí que es posible acercarse a los alrededores, especialmente cuando empiezan las llamadas a la oración.
EL PALMERAL
Otro lugar para desconectar de la ciudad es El Palmeral, un espacio desértico de más de 6.000 hectáreas y con más de 100.000 palmeras. Desde aquí se pueden realizar algunas actividades como un tour en quad o en buggy o el tradicional paseo a camello. Para acceder hasta la zona de El Palmeral lo más recomendable es hacerlo en taxi.
