Una vez en Gerona, Ryanair únicamente les ofreció un autobús hasta Barcelona y un ferry a Mallorca. Foto de archivo

Los 150 pasajeros del vuelo entre Zaragoza y Mallorca que Ryanair programó para este domingo no olvidarán fácilmente todo lo vivido a bordo del avión. Las fuertes tormentas que han azotado las Islas Baleares durante las últimas horas impidieron el aterrizaje como estaba previsto, sufriendo unas enormes turbulencias que sembraron el terror entre los usuarios, que, además, se sintieron abandonados por la compañía irlandesa.

La aventura arrancó temprano. El vuelo partía a las 8.40 horas del Aeropuerto de Zaragoza, pero ya iba a sufrir un retraso de hora y media, que se prolongó finalmente hasta las dos horas, como ha desgranado uno de esos 150 pasajeros, el zaragozano Daniel Bona, a ARAGÓN DIGITAL. El motivo que aludieron desde la compañía era el turbulento vuelo que ya habían tenido en el camino de ida a la capital aragonesa, por lo que optaron por esperar a que la tormenta en Mallorca escampara.

Pero nada más lejos de la realidad. “Llegamos a Tarragona y ya pidieron cinturones de seguridad. Empezamos a ver por las ventanillas nubes, se quedó negro y empezaron las turbulencias. Íbamos a entrar por Alcudia, que es por donde se hace la aproximación, pero empezó a rodear Mallorca. Estaba haciendo círculos por la isla”, ha explicado Daniel, que estaba siguiendo el recorrido del avión a través del móvil.

Este fue el recorrido que hizo el avión para llegar hasta Gerona

Y ahí comenzó el caos. “El avión empezó a temblar, a bajar, a subir e irse hacia los lados”, recuerda, todavía con los lloros, gritos y mareos del resto de usuarios en su cabeza. “Muchos de nosotros no queremos montar más en un avión. Lo puedes contar, pero vivirlo… La sensación es que el avión se estaba cayendo, veíamos el morro del avión hacia abajo. La gente estaba gritando “no quiero morir” y los niños estaban llorando. Esto no es para nadie”, asegura Daniel.

MEDIO TIRADOS EN GERONA

Dos veces intentó aterrizar el piloto en el Aeropuerto de Palma, sin éxito. Así que, después de unos 20 minutos eternos y angustiosos dando vueltas por el tormentoso cielo de Mallorca, optaron por dejar las Baleares y aterrizar en Gerona. No fueron los únicos que padecieron la misma situación, ya que en tierras catalanas coincidieron con otros 150 pasajeros de un vuelo que también se dirigía a Mallorca.

Pero la situación en Gerona no fue, ni mucho menos, plácida. Una vez pisando tierra firme, la única opción que se les trasladaron desde Ryanair fue dividirse en tres grupos para salir en autobús hacia el puerto de Barcelona y coger un ferry hasta Mallorca, que salía a las 22.00 y llegaba a su destino a las 8.00 horas, es decir, casi 24 horas después de la hora de salida del vuelo, y sin ofrecer comida ni bebida en todo el rato. De hecho, ya se tuvieron que pagar de su bolsillo el agua -a tres euros la botella- durante las dos horas que permanecieron sin salir del avión en Zaragoza.

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Tuvieron que intervenir los de seguridad del Aeropuerto. Ryanair no nos dio otra opción. Había niños y gente mayor, y un ambiente bastante caldeado. Sólo salió una supervisora para decirnos que la única opción era montarnos en tres autobuses y llevarnos al puerto de Barcelona”, ha detallado Daniel, que, no obstante, optó por quedarse unos días en Girona con su familia para descansar, aunque ello le obligó a perder las reservas en Mallorca.

EN MANOS DE LOS ABOGADOS

Ahora, Daniel sólo quiere desconectar y pasar el mal rato que él y su familia pasaron a bordo del avión, pero sabe que, a la vuelta, afrontarán toda una batalla jurídica contra Ryanair en busca de una compensación que palíe, en la medida de lo posible, el mal rato que sufrieron en el aire de Mallorca. Por ello, los pasajeros, que se han unido mediante un grupo de Whatsapp, ya se han puesto en manos de abogados. “Hemos tenido que cancelar hotel, coches de alquiler, apartamentos… No nos han dado opción de nada. Ahora queremos descansar la mente, porque ha sido muy traumático”, ha añadido.

RYANAIR PIDE DISCULPAS

Tras conocer lo sucedido, desde Ryanair han pedido «sinceras disculpas» por las afecciones que provocaron las tormentas a «todas las aerolíneas que operaron desde y hacia Palma» el pasado domingo. Además, señalan que algunos vuelos ya tuvieron que ser cancelados, ofreciendo cambiar de vuelo o recibir un reembolso completo, aunque este no fuera el caso del vuelo desde Zaragoza, que sí partió con dos horas de retraso.

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