El santoral católico recuerda hoy, lunes 28 de agosto, a San Agustín, una de las figuras más influyentes en la historia de la Iglesia

El santoral católico recuerda hoy, lunes 28 de agosto, a San Agustín, una de las figuras más influyentes en la historia de la Iglesia. Nacido en Tagaste, en lo que hoy es Argelia, en el año 354, San Agustín se convirtió en uno de los padres y doctores de la Iglesia más prominentes. A lo largo de su vida, experimentó una profunda transformación espiritual. Después de una juventud marcada por una búsqueda incesante de significado y un estilo de vida desordenado, se convirtió al cristianismo a través de la influencia de su madre, Santa Mónica, y las enseñanzas del obispo San Ambrosio. Luego se convirtió en obispo de Hipona, en África, y se destacó por su profundo pensamiento teológico y filosófico.

San Agustín es conocido por sus obras teológicas y filosóficas, como «Confesiones» y «La Ciudad de Dios«, que han dejado una marca indeleble en la doctrina y el pensamiento cristiano. Su enfoque en la gracia divina, la naturaleza humana y la relación entre fe y razón sigue siendo relevante en la actualidad. San Agustín también influyó en cuestiones como la teología del pecado original y la comprensión del tiempo y la eternidad. Su vida y sus escritos continúan inspirando a los creyentes y académicos por igual, y su legado perdura como uno de los pilares del pensamiento cristiano.

Este 28 de agosto, el santoral también homenajea a San Hermes, un mártir que sufrió su ejecución en la Vía Salaria Antigua, cerca de Roma. San Hermes vivió en los primeros siglos del cristianismo y es recordado por su valentía al defender su fe en Cristo en medio de la persecución. A pesar de las amenazas y torturas a las que fue sometido, se mantuvo firme en su convicción religiosa y se convirtió en un ejemplo de resistencia y dedicación. La vida y el testimonio de San Hermes son un recordatorio de la fortaleza de la fe en tiempos difíciles y de la valentía de los mártires que dieron sus vidas por su creencia en Cristo.

¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?

La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.

Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.

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