El santoral católico recuerda hoy, lunes 11 de septiembre, a dos valientes mártires de la fe: San Proto y San Jacinto. Estos dos santos fueron conocidos por su firme compromiso con el cristianismo durante el período de persecución bajo el emperador Diocleciano en el siglo III.
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Originarios de Roma, Proto y Jacinto se negaron a renunciar a su fe y realizar actos de adoración a los dioses romanos. Como resultado, fueron arrestados y sometidos a torturas brutales antes de ser ejecutados en la Vía Salaria.
Este 11 de septiembre, el santoral también homenajea a otro destacado religioso franciscano, San Buenaventura de Barcelona. San Buenaventura nació en Barcelona, España, en el siglo XIII, y se unió a la Orden Franciscana a una edad temprana. Fue un erudito destacado y teólogo brillante, conocido por sus contribuciones a la teología franciscana y su apoyo a la causa de la paz en una época de conflictos.
San Buenaventura fue nombrado cardenal por el Papa Gregorio X y desempeñó un papel fundamental en la reconciliación de las facciones enemistadas de la Iglesia. Su vida y obra continúan siendo una fuente de inspiración para los fieles y los estudiosos de la fe cristiana.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.