Sara Fernández ha inaugurado la escultura

Zaragoza cuenta desde este martes con una “nueva vecina” que se pasa la vida “corriendo” y que acompañará a los miles de viandantes que cada día transcurren por el paseo de Fernando el Católico. Una escultura en bronce que pasa de todo menos desapercibida y que desde ya se puede contemplar en la ciudad.

La consejera de Cultura, Educación y Turismo del Ayuntamiento, Sara Fernández, ha inaugurado la escultura denominada Mujer Corriendo, obra del artista catalán Ricard Sala, y que ha sido ubicada en el número 25 de este céntrico bulevar.

Ha estado acompañada por la familia del escultor que, con esta donación, ha querido hacerle un pequeño homenaje a él y a la ciudad de Zaragoza, ya que según ha manifestado su hijo (que está casado con una zaragozana y reside en la capital desde hace 24 años) “una de las mayores ilusiones de mi padre era que su obra estuviera presente en las calles de Zaragoza, por lo que nos sentimos muy agradecidos de que esta escultura pueda ser contemplada por los viandantes en un emplazamiento tan representativo de la ciudad”.

La consejera ha asegurado que “desde el Ayuntamiento de Zaragoza estamos muy agradecidos a la familia de Ricard Sala y que haya querido donar esta escultura a la ciudad”. “ «En Zaragoza no teníamos ninguna de sus obras y Mujer Corriendo tiene una reminiscencia a Gargallo y además pega mucho en el sitio donde está porque al final es una mujer corriendo en libertad y como tanta gente hace deporte y transita por esta vía yo creo que se va a sentir muy identificada”, concluía Fernández.

El hijo del escultor, César Ricard, ha querido estar presente en la inauguración de la estatua y ha explicado que “representa a la mujer y él siempre era especialista en modelado y tenía verdadero devoción por el cuerpo humano tanto del hombre como de la mujer y yo creo que representa muy bien la obra artística de mi padre y es un honor que esté aquí en Zaragoza”.

Ricard Sala fue un enamorado de la belleza del cuerpo humano, tema que queda reflejado en toda su obra artística, y Mujer Corriendo es un homenaje a la mujer y la expresión plástica de ese amor por la belleza.

La escultura fue realizada por el artista en 1978 y estuvo en su estudio de Valldoreix en Barcelona hasta el año 2022, y fue entonces cuando sus hijos decidieron pasarla a materia definitiva, en este caso, bronce “limantado” con pátina oscura. La fundición de su obra se ha realizado en Valls (Tarragona) por José María Estivill, hijo del que fuera fundidor habitual de Ricard Sala.

Su tamaño es ligeramente superior al tamaño natural y se erige sobre una peana construida en hormigón, de base 70×90 cm y un metro de altura.

RICARD SALA

Ricard Sala Olivella (Barcelona 1927-2009), escultor y catedrático de la Escuela de Bellas Arts de Sant Jordi de Barcelona, en la que ejerció el cargo de director desde 1971 a 1975. Es nombrado en 1977 académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, de Sevilla.

Desde su primera exposición individual realizada en Barcelona en 1963, participó en otras muchas tanto individuales como colectivas por diversas ciudades españolas, siendo las más numerosas las realizadas en su ciudad natal. Sus obras de desnudo se clasifican inspiradas en el noucentismo catalán y siempre ha respetado el clasicismo en su elaboración. Ha practicado diversos temas escultóricos desde las maternidades al retrato, como encargos públicos para edificios o parques.

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