Villanueva de Huerva
No se han detectado afecciones en la salud de los vecinos

Cuando los depósitos de agua potable comienzan a llegar a Tarazona y el resto de los pueblos afectados por la contaminación del río Queiles y el brote de gastroenteritis (que ha afectado a más de 500 personas) parece que alcanza la curva final de contagios, otra bacteria se ha localizado en las aguas de Villanueva de Huerva. Se trata de la bacteria Clostridium que ha sido hallada en la red pública de agua de la localidad zaragozana y que ha dejado a sus vecinos sin poder beber agua del grifo desde el viernes por la mañana. Este domingo, el agua de boca todavía seguía cortada y el Consistorio ya ha puesto en marcha un proceso de cloración para tratar de erradicar la bacteria.

No obstante, desde el Consistorio confirman que esta bacteria no ha afectado a la salud de los vecinos. «En ese sentido estamos tranquilos porque no está siendo como en Tarazona donde sí que se han producido unos brotes de gastroenteritis importantes«, explica Jesús Martín, vecino del municipio.

El alcalde de la localidad emitió un comunicado alertando a los vecinos del no consumo de agua del grifo y explicando que «se reanudará el servicio de agua cuando los análisis de comprobación garanticen un resultado idóneo para el consumo». Asimismo, desde el consistorio ya se han repartido más de 400 garrafas de agua entre los vecinos.

El agua del grifo no puede consumirse y tampoco puede usarse para cocinar aunque se hierva previamente, ya que la bacteria es inmune a la alta temperatura del agua. Sí que se puede utilizar para ducharse y fregar los platos, por ejemplo. Tras el proceso de cloración, se repetirá el análisis de las aguas para ver si ha sido efectivo en la erradicación de la bacteria.

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