Más de 3.000 voluntarios dedican su tiempo para cuidar de niños hospitalizados que no tienen compañía. Fuente: Mamás en Acción.

Cuidar de niños hospitalizarlos que no tienen padres o que no pueden acompañarlos es la desinteresada labor que desempeña la ONG Mamás en Acción. Esta asociación que ya actúa en diversas ciudades españolas y en 31 hospitales, ha llegado a Zaragoza para colaborar con el Hospital Miguel Servet.

La fundadora de Mamás en Acción, Majo Gimeno, ha explicado que la labor que realizan es la misma que haría “una madre o un padre” cuando su hijo se pone enfermo: “Mamás en Acción acompaña a los niños a los pies de una camilla dando cariño, dando amor, consolando, a veces jugando y corriendo por los pasillos. Lo que hacemos es cuidar y acompañar”.

Una ONG que surgió hace diez años de la impotencia de ver que había niños completamente solos en los hospitales, sin una familia para apoyarlos en esos momentos tan duros. “Vi a un niño solo, me dirigí a control de enfermería y me ofrecí a acompañar al niño, pero no me dejaron porque no pertenecía a ningún colectivo”, ha expresado Gimeno. No se pudo quitar de la cabeza la imagen desoladora y poco después fundó Mamás en Acción porque no existía ninguna asociación que realizara esa tarea de acompañamiento.

Desde entonces han cuidado a más de 780 menores y han realizado más de 51.200 horas de acompañamiento. La ONG actúa en tres tipos de niños: menores que sufren maltrato doméstico en su hogar, hijos de padres que tienen que escoger entre cuidar a su hijo en el hospital o perder los ingresos, y aquellos niños que no tienen padres y están bajo la tutela del estado. Asisten desde menores que tienen enfermedades leves, hasta aquellos en situaciones más graves.

MÁS DE 3.000 VOLUNTARIOS

La asociación está compuesta por más de 3.000 voluntarios que dedican su tiempo para cuidar de estos niños. Desde madres, padres hasta personas de la tercera edad. Pero su fundadora ha afirmado sorprendida que casi la mitad de voluntarios son personas sin hijos: “Me emociona porque aquí cabemos todos”.

María Toledo es voluntaria desde hacer nueve años y decidió comprometerse con la asociación tras ser madre y ver lo “vulnerables” que son a esas edades. Lo importante es “estar, jugar, hablar o estar en silencio pero acompañando al niño”, ha manifestado.

La asociación ha llegado a Zaragoza en colaboración con el Hospital Miguel Servet para acompañar a aquellos niños que se encuentran en una situación de fragilidad. En los próximos días se formará a los nuevos voluntarios que tendrán que pasar un test psicológico para comprobar que son aptos.

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