En Aragón, 17.000 personas viven en residencias, 8.000 en las que gestiona la Asociación Aragonesa para la Dependencia o Arade. La entidad ha presentado este miércoles una guía para implantar en sus 105 centros un modelo de atención centrada en la persona, lo que supondrá un cambio significativo en los cuidados. Entre los objetivos se encuentra fomentar la independencia de las personas mayores o involucrar más en sus vidas a familiares y amigos, en un proceso que será a medio largo plazo.
Para implantar este modelo se necesita “reorganizar la forma de trabajo”, por lo que es esencial que los profesionales tengan un “manual de consulta que les enseñe a hacerlo”. “En la guía se explica cómo hacer una historia de vida del usuario para conocerlo mejor, cómo se instaura el profesional de referencia que estará pendiente siempre de la persona o cómo vamos a incorporar a las familias en todo el proceso”, ha señalado Paquita Morata, gerente de Arade.
EL MODELO YA SE HA IMPLANTADO A TRAVÉS DE LA GUÍA EN 40 CENTROS
Unos cambios que ya se han incorporado en 40 de los centros que gestiona Arade, donde se ha desarrollado un proyecto piloto para “saber que se estaba haciendo bien y que se podía mejorar”. La previsión es continuar implantando este modelo en el resto de residencias y centros de día, aunque no hay una fecha exacta debido a la «complejidad».
Esta guía es la “guinda del pastel” de un trabajo que se lleva desarrollando desde hace dos años y que marcará “un antes y un después”. “Este cambio de modelo supone dejar atrás el anterior, que era más sanitario. Lo que pretendemos es que cuando una persona se traslade de su hogar a una residencia o a un centro de día, se sienta como en casa”, ha indicado Morata.
Por su parte, la consejera de Bienestar Social y Familia, Carmen Susín, ha incidido en la gran utilidad de esta guía, que deja atrás un “modelo paternalista”. “Avanzamos hacia un camino en el que llegar a una residencia ya no es el final de un proyecto vital, sino el inicio”, ha indicado. Por ello, ha garantizado que este modelo se implantará “poco a poco” en las residencias que dependen del Gobierno de Aragón.