Puentes colgantes, desfiladeros de vértigo y pasarelas adosadas a la roca. Así es la espectacular ruta senderista de las pasarelas de Montfalcó a través del río Noguera Ribagorzana, una frontera natural entre el Pirineo aragonés y el catalán. En el congosto de Mont Rebei, una enorme grieta que llega a alcanzar los 300 metros de caída vertical y que se puede transitar a través de un vertiginoso camino desde el que se pueden admirar unas impresionantes vistas, es un plan ideal para realizar el fin de semana, eso sí, no recomendado para las personas que sufren de vértigo.

Uno de los itinerarios más bonitos para conocer el congosto es la ruta de las pasarelas de Montfalcó, ubicadas en el extremo oriental de Huesca, en el límite con la vecina provincia de Lérida. Esta espectacular construcción humana se encuentra anclada a la roca por lo que el camino entre un punto y otro es un paisaje de absoluto vértigo.
Esta senda comienza en el pequeño pueblo de Montfalcó en el que se encuentra el albergue Casa Batlle que ofrece servicio de habitaciones, bar, comidas, alquiler de kayaks o actividades guiadas. Cualquier época del año es buena para realizar la ruta, aunque lo cierto es que, si se prefiere ir en verano, lo más recomendable es ir temprano para evitar las horas de mucho calor.

La ruta es exigente, ya que entre la ida y la vuelta son un total de 16 kilómetros con 900 metros de desnivel. Se tarda un total de seis horas en hacer el recorrido completo y en esas seis horas se atraviesan vertiginosas pasarelas, así como el impresionante puente colgante del Sesguer que une Aragón y Cataluña y que se encuentra suspendido a 35 metros de altitud.
Realizar la ruta de las pasarelas de Montafacó no es un deporte de riesgo, pero sí que conviene tener en cuenta algunas precauciones de seguridad. Además, tampoco es necesario realizar los 16 kilómetros, sino que exclusivamente la ruta de las pasarelas son menos de 9 kilómetros que requieren de cierta forma física por la naturaleza de las propias pasarelas. El problema es que no es una ruta circular, sino que requiere de tener preparado un plan cuando se llega al final ya que, de otra manera, la única forma de volver al principio es deshaciendo todo lo andando y de ahí que el total sean esos 16 kilómetros.

Además de este impresionante camino, la zona esconde verdaderos tesoros y muchos atractivos como la villa medieval de Montañana, el castillo de Benabarre, el monasterio románico de Santa María y San Pedro de Alaón o las huellas de dinosaurio de Arén. Además, muy cerca se encuentran dos joyas como son la catedral de Roda de Isábena y el monasterio de Obarra.