El santoral católico recuerda hoy, martes 21 de noviembre, a Santa María de Jesús Buen Pastor, una figura destacada en la historia de la Iglesia. Santa María de Jesús Buen Pastor, cuyo nombre secular fue María Josefa Alhama Valera, nació en España en 1827. A lo largo de su vida, demostró una profunda devoción religiosa y una vocación para el servicio a los demás.
En 1864, Santa María de Jesús Buen Pastor fundó la congregación religiosa de las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret con el objetivo de cuidar y educar a niños y jóvenes, especialmente aquellos en situaciones de vulnerabilidad. Su labor se centró en la enseñanza y en proporcionar un ambiente de amor y apoyo a los menos afortunados. Su legado perdura a través de las numerosas instituciones educativas y de asistencia social que continúan la obra de caridad iniciada por ella.
Santa María de Jesús Buen Pastor es un modelo de entrega y servicio a los más necesitados, y su canonización en 1993 reconoció su contribución significativa a la Iglesia y a la sociedad. Su vida y obra continúan inspirando a las generaciones actuales a seguir el camino de la caridad y la educación en nombre de la Sagrada Familia de Nazaret.
¿POR QUÉ SE CELEBRAN LOS SANTOS?
La onomástica es una forma de reconocer y honrar sus logros espirituales y de buscar su guía e inspiración en nuestras propias vidas. Se venera a los santos como líderes espirituales o figuras que han alcanzado un alto nivel de santidad y han vivido su vida al servicio de Dios o de una religión concreta.
Muchos santos tienen un día especial dedicado a ellos, que celebran los fieles de todo el mundo. Para ello, en cada cultura se celebran diferentes ceremonias religiosas, leyendo sus enseñanzas o visitando lugares sagrados asociados a ellos.