Investigadas tres personas por derruir una nave y dejar vertidos de uralita fragmentados en el suelo

La nave industrial de Alfajarín fue encontrada completamente derruida
photo_camera beneficio económico

La Guardia Civil investiga a tres personas presuntas autoras de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente. La investigación comenzó el pasado mes de mayo, cuando agentes del Seprona de la Guardia Civil de Casetas, que se encontraban prestando servicio por la localidad de Alfajarín, observaron cómo una nave industrial, ubicada en las proximidades de la NII, había sido derruida mediante la retirada de la estructura que conformaba la parte metálica.

Además debido a esa demolición se hallaban gran cantidad de vertidos de fibrocemento (uralita), que componían la cubierta del edificio, esparcidos por el suelo y completamente fragmentados, con el consiguiente riesgo para la salud pública y el medio ambiente. Por tal motivo los especialistas de Seprona iniciaron una investigación para localizar a los responsables de estos hechos, realizando numerosas comprobaciones durante los meses siguientes con gestores de residuos autorizados del entorno de Zaragoza capital, para comprobar las compra ventas de este tipo de materiales realizadas en dichos establecimientos.

Del análisis de la información obtenida se logró determinar la identidad de cuatro personas y obtener indicios que evidenciaban su autoría en estos hechos. Los sospechosos que habían entregado hasta ocho toneladas de material en los centros inspeccionados obteniendo un beneficio económico.

Por tal motivo, durante la tarde ayer el Seprona localizó a tres personas de nacionalidad española, de edades comprendidas entre los 51 y 31 años, vecinos de Zaragoza, que fueron investigadas por un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente. El cuarto implicado en este ilícito se encuentra en paradero desconocido, por lo que se continúa la investigación para su localización.

Fuentes de la investigación han destacado que las placas de fibrocemento, utilizadas principalmente en décadas pasadas en la construcción de cubiertas de edificios, están compuestas principalmente de asbesto o amianto, que pertenecen al grupo de minerales metamórficos fibrosos, y que cuando se fracturan desprenden partículas que pueden ser liberadas a la atmósfera y llegar a introducirse en las vías respiratorias produciendo graves enfermedades y graves daños al medioambiente. Estos hechos han sido puestos en conocimiento de las autoridades competentes para que se lleve a cabo la retirada de los residuos y entrega a un gestor autorizado.