La Guardia Civil ha investigado a una persona como presunta autora de varios delitos relativos a la protección de la flora y la fauna. A raíz de un dispositivo especial en la comarca de Tarazona-Moncayo se localizó en la ribera del río Queiles a la altura de la localidad de Novallas a una persona cazando furtivamente aves paseriformes. Le fueron intervenidos 18 cepos prohibidos de fabricación casera y dos petirrojos.
Esta persona que se encontraba escondida entre la maleza, al ser sorprendida con cepos prohibidos y dos petirrojos muertos, dijo que los capturaba para comérselos posteriormente. Los dos ejemplares fueron llevados al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Alfranca para la realización de la necropsia.
Los dos especímenes capturados (petirrojos) son aves insectívoras paseriformes pertenecientes a la familia de los muscicapidae, encontrándose actualmente en el listado de Especies Silvestres en
Régimen de Protección Especial y Catálogo Español de Especies Amenazadas. Además, los cepos son artes prohibidas de eficacia destructiva y no selectiva par la captura de animales.
Por estos hechos ha sido investigado un varón de 64 años y vecino de Novallas como presunto autor de varios delitos relativos a la flora y fauna siendo remitidas las diligencias al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción Único de Tarazona.
Igualmente se han formulado cuatro denuncias administrativas, una de ellas a la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad y otras tres a la Ley 1/2015 de Caza de Aragón.