Cinco acusados por gastarse ayudas públicas de más de un millón de euros en cruceros y joyas

El juicio se prevé que dure hasta el próximo viernes
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Cinco personas relacionadas, de algún modo u otro, con la empresa Aznabián S.L., dedicada a la construcción de materiales ignífugos, se han sentado esta mañana como acusados de un delito de defraudación de subvenciones. Según dice la Fiscalía, la abogada del Estado (señalar que recibieron subvención pública del Ministerio de Industria) y el abogado de la DGA (también recibieron subvención de la Comunidad), los acusados crearon un entramado en el que solicitaron ayudas públicas para la creación de una nave en Calamocha. Pero estas, según dicen, no se utilizaron con tal fin y se gastaron ese dinero en cruceros, viajes, cenas y joyas. Piden hasta cuatro años de prisión. La empresa, con sede en Zaragoza, solicitó en el año 2009 ayudas públicas para la creación de una fábrica de lana de roca, un material ignífugo, en el municipio de Calamocha. El total de dinero que desapareció, y que todavía se reclama, asciende a los casi 1,3 millones de euros. La fábrica sí que existe pero, según creen desde las acusaciones, no se utilizó para tal fin y nunca acogió trabajo ni trabajadores. El pastel se destapó en 2016 tras numerosas solicitudes tanto del Ministerio de Industria como de la DGA de conocer cómo iba la actividad de la empresa y qué uso se le estaba dando al dinero público. Entre los acusados, cuatro varones y una mujer. Tres de los hombres, F.G.V., J.N.S. y J.L.G. se han acogido a su derecho a no declarar mientras que la mujer, T.P., y el otro acusado, E.O.L., sí que han querido responder a las preguntas de las partes. La primera en responder ha sido la mujer que, según ha declarado, realizaba labores de gestión, pero comenzó una relación con uno de los acusados y la convenció a participar como apoderada en la sociedad de Aznabián. “No me enteré de nada de la subvención. Solo estaba apoderada a temas fiscales y laborales”, ha declarado. T.P. ha declarado que vendió sus participaciones en 2011 porque “no se enteraba de nada” y se dedicó solo al tema de gestoría, como había hecho hasta entonces. Sin embargo, sí que fue partícipe de alguno de esos viajes, como a Andorra o en crucero. También recibió alguna joya, pero “muy poca cosa”. Todo, según ha dicho, lo hizo confiando en su expareja, también acusado. “No pintaba nada, solo entré para apoyar a F.G.V. La sociedad solo me servía para discutir”, ha explicado al tribunal. El último en declarar, E.O.L., se ha calificado como “recadero” y está acusado de participar en la liquidación de una de las empresas involucradas en la solicitud de la subvención de la que tampoco ha recordado cuándo fue. Este acusado ha defendido que no tiene ningún conocimiento en este tipo de asuntos administrativos. Ha explicado que un amigo suyo empresario, con oficina física al lado de Aznabián, le contrató para ayudarlo tras padecer una discapacidad. Su misión, tal y como ha dicho, consistía en transportar papeles e incluso hacer de chófer. “Trabajaba porque tenía la tarjeta de minusválidos y podía aparcar mejor”, ha afirmado. También ha dicho que nunca recibió ningún regalo y que “igual sí que le invitaron a algún café”. El juicio continuará, según lo previsto, hasta el próximo viernes y seguirá este martes con la presentación de las pruebas. Las defensas, entre ellos los letrados Ricardo Esteban y Armando Martínez, piden la absolución para sus representados.