Este viernes da comienzo en la Audiencia Provincial de Huesca el juicio donde la Fiscalía solicitará un total de 27 años de prisión al hombre acusado de asesinar a su exmujer delante de sus tres hijos el pasado mes de junio de 2021 en Barbastro.
La calificación del Ministerio Público sostiene que la víctima se había separado del individuo en 2019 debido al constante maltrato físico y psíquico que ejercía sobre ella, que le valió una orden de alejamiento por esta violencia. Desde entonces, la mujer, de 36 años y de origen marroquí, se había integrado positivamente en la ciudad, mantenía amistades y realizaba su trabajo. Además, residía junto a los tres hijos menores en el piso conyugal, que se le había asignado a raíz de la sentencia del divorcio.
El presunto asesino instaba constantemente a la víctima a vender ese piso, llegando ella a acceder verbalmente en varias ocasiones como consecuencia del miedo que él le causaba, a pesar de la mala situación económica en la que dejaría la venta a la unidad familiar. En el escrito, el Fiscal explica que el hombre veía con desagrado que su exmujer ganase poco a poco independencia y autonomía con respecto de él, que residía en Monzón, hasta llegar al punto de planear un viaje con sus tres hijos a Marruecos para poder visitar a su familia.
El día del asesinato, según el relato de los hechos, el acusado acudió al domicilio de la mujer, que le abrió la puerta. Una vez dentro, él comenzó a insistirle una vez más a que vendiera el piso, a lo cual la mujer se negaba. De repente, aprovechando que conocía el domicilio, él se dirigió hacia la cocina y agarró un cuchillo de unos 33 centímetros de longitud. “Ahora sí que vas a vender la casa” fue la última frase que el hombre pronunció antes de asestarle múltiples cuchillazos en una reacción inesperada y a pesar de las súplicas de ella de que no lo hiciera delante de sus hijos, de 1, 5 y 13 años.
En el ataque, la mujer consiguió arrebatar el cuchillo cogiendo el filo con sus manos, pero no pudo impedir que el acusado lo recuperara, antes de abofetearle y de continuar acuchillándola en el suelo mientras le espetaba que “era muy mala”. El total de doce cuchilladas recibidas causaron a la mujer una hemorragia que derivó finalmente en su muerte por shock hipovolémico, una pérdida súbita de sangre que el corazón es incapaz de equilibrar.
El Ministerio Público afirma que durante el ataque, los vecinos, alertados por los gritos de la mujer, llegaron a llamar a la puerta del domicilio. El acusado les abrió la puerta y les exigió que se marchasen. Después del crimen, el acusado se sentó en el suelo en actitud tranquila y dejó que su hijo mayor le quitara el cuchillo al tiempo que le decía que pasaría un largo tiempo hasta que volvieran a verse y le entregaba un sobre con dinero y las llaves de su coche.
A la pregunta de su hijo mediano sobre el estado de su madre, el presunto agresor le contestó: “Tu mamá ha muerto”. A continuación, el hijo mayor intentó reanimar a la víctima sin éxito y llamó a los Servicios de Emergencias, que enviaron una patrulla de la Guardia Civil al lugar de los hechos.
En el escrito, la Fiscalía admite, por otra parte, que el acusado tenía antecedentes psiquiátricos que, de acuerdo con el informe realizado tras los hechos por los peritos forenses, pudieron provocarle una “merma leve, que no abolición, de su capacidad cognitiva”. Actualmente, los dos hijos más mayores sufren un trastorno de estrés postraumático que exige una terapia psicológica continuada.
Por estos hechos, el Fiscal solicitará en el juicio para el acusado 25 años de prisión por el presunto asesinato machista de su expareja en Barbastro y dos años más por los delitos de maltrato psicológico causados a sus dos hijos mayores durante el crimen, así como 10 años de libertad vigilada y 35 de alejamiento de los menores tras el cumplimiento de la condena, y un total de 1,1 millones de euros en indemnizaciones a estos así como a los padres y hermanos de la víctima.
El crimen de este juicio quedó registrado como el segundo asesinato machista ocurrido en 2021 en Aragón y provocó una fuerte conmoción en Barbastro, donde los vecinos se concentraron un día después de los hechos.
